Siempre se ha dicho que el consumo de cigarro acelera nuestro envejecimiento, esta vez un estudio lo comprueba. Se trata de una investigación realizada por el Departamento de Cirugía Plástica de la Case Western Reserve University, en Ohio, Estados Unidos.
La investigación consistió en la comparación fotográfica de 79 parejas de hermanos gemelos entre 18 y 78 años, así se logró ver los efectos que produjo el cigarrillo en el rostro del hermano que fuma en comparación con el que no fuma. Con este estudio queda demostrado las diferencias que se pueden observar en la piel, entre las que destacan las bolsas del párpado inferior, los diferencias en los pliegues de la nariz y labios, entre otros cambios que se han producido de forma más veloz y pronunciada en quienes fuman.
El estudio también concluyó que estos efectos se observan de forma más marcada en las personas que han fumado por lo menos cinco años, en comparación con quienes lo hicieron durante menos tiempo.
Para buscar que efectivamente el factor causante de su aspecto es el consumo de tabaco, los investigadores descartaron otros factores agresivos para la piel como el consumo de alcohol y la exposición al sol, por lo que en los casos elegidos se buscó que los gemelos tuvieran más o menos las mismas costumbres, a excepción de fumar.
Si quieres ver más fotografías puedes hacerlo aquí.
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