Si bien los lentes de sol son un accesorio que le entregan mucho estilo a nuestro look a la hora de usarlos, tenemos que tener en cuenta que la finalidad de este accesorio es proteger nuestros ojos de los rayos ultravioleta.
El oftalmólogo de Clínica Vespucio, Doctor Eduardo Serrano explica que si “los lentes que compramos no tienen los filtros adecuados, el daño del sol puede empezar en la piel de los parpados y continuar hacia adentro, generando carnosidades externas (pterigión), lesiones en la córnea (queratitis), cristalino (catarata) y más profundamente, graves daños a la retina”.
Estos son los síntomas que provoca el daño ocular por la exposición a los rayos UV, según el doctor Serrano:
– Una exposición aguda puede provocar intenso dolor.
– En el caso de sufrir una queratitis, se presentará fotosensibilidad (aversión a la luz) y lagrimeo.
– Cuando se observa directamente el sol se puede sufrir de pérdida parcial de la visión (manchas), por daño directo a los fotoreceptores retinales.
El especialista dice que no es necesario gastar una fortuna en lentes de sol y que, “lo importante no es que sean ‘de marca’, sino intentar acreditar que tengan alguna certificación de que poseen filtros para los rayos ultravioleta”, explica.
¿Cómo elegirlos?
– Elija un lente grande para que proteja los párpados.
– Que sea cómodo y liviano. Bien calzado en el puente nasal y las orejas.
– No es necesario que sea muy oscuro, porque la radiación UV puede hacer daño incluso en días nublados.
– Debe estar certificado que tiene protección para los rayos ultravioleta UB-A y UV-B.
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