Desde fluidos, geles y emulsiones. En la industria de la cosmética existen tantas cremas y texturas como tipos de piel.
Por esto es que resulta de vital importancia, saber las características de los producto que realmente le sirve a nuestro tipo de piel. Esto porque aplicar un producto que no es adecuado para nuestra piel, puede generar desde irritaciones hasta alergias.
Por esto, Alejandra Abarca, cosmetóloga de The Body Shop detalla a continuación las características y beneficios de las distintas fórmulas y texturas cosméticas que existen, junto a su aplicación sugerida a cada biotipo cutáneo.
Una textura para cada tipo de piel
Emulsión
Las emulsiones se caracterizan por tener un peso molecular ni muy pesado ni muy ligero, lo que hace confortable su aplicación tanto para pieles mixtas a grasas, como normales a secas, es decir, para todo tipo de piel. Esta textura también es muy utilizada como vehículo de emolientes y limpiadores para el rostro.
Crema
Es una emulsión que contiene mayor porcentaje de lípidos, por lo que su consistencia es un poco más espesa, ideal para pieles secas y alípicas. Esta textura es muy utilizada en el rostro, específicamente en el contorno de ojos, ya que la piel de esta zona es fina y se reseca más que otras partes del rostro.
Fluído
Es una emulsión que posee una mayor cantidad de líquido, haciendo que su textura sea más ligera, ideal para pieles normales a mixtas. Se utiliza mucho en hidratantes de día, específicamente en el rostro, pensando en que, junto a la aplicación de filtro solar o maquillaje, no se sienta la piel sobrecargada de productos.
Crema rica o mantecosa
Se denomina como crema “rica” a las que tienen un alto contenido de glicéridos de ácidos grasos saturados en su composición, por eso es más densa y pastosa que una crema (también se le denomina como crema untuosa o mantecosa) rica también en aceites nutritivos y regeneradores es perfecta para pieles extremadamente secas y envejecidas, también para pieles maduras y arrugadas.
Crema en gel
Son productos semisólidos de textura fresca, compuestas por líquidos a los que se añade un agente gelificante volviéndose un tanto sólido como la consistencia de una crema espesa, pero sin oleosidad. Como carece o es libre de lípidos (aceites) es propicia para las pieles grasas o seborreicas, puesto que es importante no añadir más aceite del que ya produce este tipo de piel, dejándola hidratada perfectamente.
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