Aunque las fechas de vencimiento de los maquillajes y productos dermocosméticos debieran venir señalados en los empaques, no es de extrañar que pase el tiempo indicado y sigamos dándole uso.
Por esto es que varias maquilladoras, make up influencers y cosmetólogas han dedicado algunas de sus publicaciones en Instagram para enseñar a sus seguidoras a identificar cuándo debemos desechar un labial.
Sin embargo, existen algunas divergencias. Porque mientras algunas aseguran que los grumos o manchas indican presencia de hongos en los labiales, otras dicen que esto no tiene que ver con hongos, solo se trataría de una alteración en el producto.
“Las “pelotitas” que se observan en los labiales no son hongos, sino una alteración en su estabilidad física, química y microbiológica (…) Los cosméticos están formados por diferentes componentes que de no tener cuidados específicos, se pueden alterar”, aseguró la maquilladora y estudiante de cosmetología, Denisse Agurto.
Sea como sea, estamos de acuerdo en que ambas situaciones son razones más que suficientes para no seguir usándolos.
“Decidí botar los labiales porque si tiene alteración en sus componentes es un producto malo y puede producir una reacción adversa”, aseguró la maquilladora profesional, María Paz Orrego, quien además aseguró que al hacer el ejercicio de revisar sus labiales, notó que justamente los que no tenían un aspecto anormal, eran los más antiguos (más de tres años). Mientras que los que tenían aproximadamente uno año de vida, no presentaban problemas.
¿Cómo saber si mi labial está en buen estado?
Ante esto, el sitio Cosmetica a medida, elaboró una lista de cualidades que debe cumplir un labial que esté en óptimas condiciones para su uso:
– Superficie de la barra homogénea, luminosa y lisa.
– Dureza adecuada que la impida deformarse por las variaciones de la temperatura ambiente.
– Agradable al olfato y al gusto.
– Debe presentar un color atractivo y uniforme y ser estable a la luz y al calor.
– Facilidad de aplicación: ha de deslizarse sin dificultad sobre la superficie labial.
– Dejar una película uniforme y adherente que se mantiene inalterable sobre los labios durante el mayor tiempo posible.
– Debe presentar una apropiada estabilidad físico-química y una buena tolerancia dermatológica.
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