Este domingo se cumplen 20 años del fallecimiento de esta talentosa actriz belga-británica, quien ganó fama mundial y el cariño de los medios, por su participación en la película Breakfast at Tiffany’s.
Su elegancia y estampa ilusionaron a muchas generaciones de mujeres, conviertiéndose en uno de los íconos de la moda más recordados, aunque ella misma no se considerara tal. Su exitosa carrera en el cine, la posicionaron como una de las actrices más populares y admiradas de la época, de forma casi accidental.
Este domingo se cumplen 20 años desde que la talentosa Audrey Hepburn dijo adiós a este mundo, luego de padecer un cáncer de colon fulminante. Pero su legado continúa, gracias a la sobriedad que impuso en el vestir, acompañada de su innata ingenuidad, atributos que la hicieron la favorita de Givenchy, y también de Hollywood en sus años dorados.
La escena que la hizo inmortal
El sofisticado vestido negro que lleva puesto Holly Golightly al bajar de un taxi frente a Tiffany’s -la famosa joyería- en la Quinta Avenida en Nueva York, marca la primera escena de la película que posicionó a Hepburn como una de las más glamorosas de las actrices de la época.
El modelo que la artista belga-británica llevaba puesto en Breakfast at Tiffany´s fue diseñado por Hubert De Givenchy, con quien sostuvo una muy estrecha amistad, desde que lo conoció cuando el modisto hizo el vestuario que ella usó en la película Sabrina.
El fundador de esta clásica casa de moda, siempre ha reconocido que lo que lo cautivó de Hepburn fue el que ella naciera con con elegancia, pero al mismo tiempo con sencillez.
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