Cada cambio de temporada nos trae nuevas tendencias y prendas que de inmediato se convierten en nuestro objeto de deseo. Ya sea porque son el último grito de la moda o porque las encontramos bonitas y onderas.
Un fenómeno de este tipo es el que se vive por estos días en Europa, donde una chaqueta se ha convertido en la más requerida de la primavera que recién comienza, causando tal sensación que, incluso ya se le han creado grupos en redes sociales.
La más deseada
La “chaqueta amarilla de Zara”, como es conocida en la web, es una prenda de ecocuero, modelo biker y color amarillo, mostaza para algunos, de lo más encendido.
En Vanity Fair, la columnista de moda Violeta Valdés la describe como una “fórmula resultó acertada: cuero artificial, más accesible económicamente, inocuo para activistas y perfecto para entretiempo; silueta biker, favorecedora, de plena tendencia y salpicada de bolsillos estratégicos; y de color ‘amarillo vivo’, un apetecible tono setentero, ideal para dar la bienvenida al buen tiempo”.
Con estas características “Amancia”, como la bautizaron en el ciberespacio en honor al dueño de la empresa textil Inditex y dueña de Zara, Amancio Ortega, se ha transformado en todo un fetiche, sobre todo en España, que aún puedes adquirir en la web de la marca a un precio de casi 40 euros y donde además está en tonos rosado y celeste, colores que no han logrado el mismo éxito.
Un boom en redes
Lo más llamativo de la fiebre por la “chaqueta amarilla de Zara” no sólo es que, según sitios como ABC.es o Elmundo.es, te la topes en cada lugar donde vas, sino que su masivo uso ha logrado tal repercusión que la prenda ya se agotó en tiendas, se revende en sitios como Chicfy.com por 100 euros, o sea más del doble de su precio original, e incluso ya cuenta con varias cuentas en Internet.
Es que las redes sociales se han dedicado a captar el fenómeno y mostrárselo al mundo de la mano de divertidas fotos que grafican la fiebre, como lo hacen en los Instagram @yellowjacketofficial y @chaquetaamarillazara donde recopilan distintos avistamientos de la mentada prenda.
Tal ha sido la euforia que, incluso, en Facebook crearon un grupo de apoyo. “Víctimas de la chaqueta amarilla”, donde prometen darle contención a todos los perjudicados con esta requerida “chaqueta plaga”, y blogueras como Miranda Makaroff le han declarado su odio absoluto.
Sin embargo, nada frena su uso, que no sólo se toma las calles europeas, sino también programas de televisión y también el mundo de la publicidad, donde el mentado fetiche ya se tomó, por ejemplo, un comercial de la marca de telefonía Vodafone.
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