De la mano de la actriz Zendaya, el veterano diseñador Tommy Hilfiger recreó este domingo el glamour de los años 70 con una fiesta en el histórico teatro Apollo de Nueva York, que acogió un espectáculo de moda inclusiva y abierto no solo a celebridades, sino al público general.
Por la noche, al aire libre y con el telón de fondo del Apollo, símbolo de la música negra situado en el barrio de Harlem, Hilfiger presentó su segunda colección en colaboración con Zendaya, de quien surgió tanto la inspiración de las piezas como la idea de celebrar allí el desfile, según reveló el diseñador a Efe en entrevista. “Cuando empezamos a diseñar la colección, Zendaya se inspiró en los 70, que yo llevo en el corazón, ya que empecé mi negocio en esa década. Me emocionó mucho la idea. Y parte de la inspiración era el Harlem de los 70, así que se le ocurrió que quizás deberíamos mostrarla en el Apollo“, dijo entre bambalinas.
La sala en la que se forjaron leyendas desde Aretha Franklin hasta Billie Holliday fue testigo de una animada fiesta en la que un coro cantó y bailó temas de la época, entre ellos “Move on Up” de Curtis Mayfield, con el que se despidieron Hilfiger y Zendaya juntos y entre aplausos. “Siempre tiene conciertos programados, pero afortunadamente encontramos una fecha” para “volver a casa“, señaló el modisto, que hoy regresaba a su Nueva York natal coincidiendo con el tercer aniversario de sus pasarelas itinerantes TOMMYNOW y su política “See Now, Buy Now” (Mira ahora, compra ahora).
“(La respuesta) ha sido muy positiva, y por eso continuamos haciéndolo”, reveló el modisto sobre estas iniciativas, con las que organiza súper eventos en diferentes ciudades fuera del calendario de las “Fashion Week” y después pone instantáneamente a la venta en internet y en tienda todo lo que ha tocado la pasarela.
La colección TommyXZendaya recuperó el “glamour de los años 70” con tejidos y formas “ligeramente conocidos, pero modernizados“, como el clásico traje de chaqueta y pantalón de campana, los estampados de cuadros, rayas, puntos y animales; y los brillos, el terciopelo y la piel.
Entre los invitados que se sentaron en la codiciada primera fila, en la que había mucha presencia de “influencers”, causó sensación parte del reparto de “Euphoria”, la serie de HBO que protagoniza Zendaya y que ha triunfado entre los más jóvenes: Barbie Ferrreira, Sydney Sweeney y Hunter Schafer. Cerca de la mexicana Thalía, acapararon miradas la modelo Gigi Hadid, con la que Hilfiger ha colaborado también, y su hermana Bella, sentadas cerca de un público generalmente anónimo que obtuvo entradas gracias a las redes sociales de la marca o la actriz, que “tiene una gran voz pública” y millones de seguidores.
Las celebridades siguieron con atención los pasos de modelos que llegaban a la talla 52, en algunos casos con melena cana, y que dieron un soplo de aire fresco al desfilar sonriendo e incluso bailando entre los coches de época restaurados que estaban dispuestos en la pasarela.
Entre los rostros más conocidos estaban la maniquí Winnie Harlow, que lució boina y chaqueta blancas y botas de caña alta negras; Candice Swanepoel, con un mono plateado con escote en uve y de campana; o Ashley Graham, una radiante embarazada con vestido negro de raso que no prescindió del tacón. Precisamente Hilfiger destacó que las modelos serían de “múltiples tallas y siluetas“, una tendencia que cada vez impera más en el cambiante sector de la moda, ahora dispuesto a reflejar en sus creaciones a la misma sociedad a la que quiere acercarse.
“Simplemente creo que la gente está despertándose más, aceptando más lo que es real, y esto es la realidad. Nos hace muy felices estar liderando (en inclusividad y positividad corporal)“, sostuvo Hilfiger horas antes en el “backstage”, no muy lejos de ese plantel de maniquíes de diferentes tallas, razas y edades.
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