Siempre lo has soñado: poder adelgazar sin tener que dejar de comer todas aquellas cosas ricas que te gustan. Bueno, según un artículo publicado por el Huffington Post, este sueño de muchas sí es posible, y se puede lograr gracias a algunas truquitos.
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Por eso, lee estos tips y cambia tu entorno más que el menú en sí. Verás cómo a veces sólo eso influye y te hace perder algunos rollitos.
Platos más pequeños y de color azul
Según un análisis publicado por el Journal of the Association for Consumer Research, y recogido por el Huffington Post, reducir el diámetro del plato un 30% disminuye también la cantidad de comida ingerida en un 30%.
De esta manera se confirma que comer en un plato más chico efectivamente disminuye nuestra ingesta de calorías.
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Además, el mismo estudio reveló que, por ejemplo, una persona podía comer más tallarines con salsa si lo hacía en un plato rojo en vez de uno blanco, ya que la comida se mimetizaba con el plato y parecía menos ración, a diferencia de lo que pasaba con el blanco, donde el contraste hacía parecer a la porción mucho más contundente.
Por eso, los expertos recomiendan comer en platos azules. Esto, debido a que no existe mucha comida de ese color y el contraste te ayudará a pensar que estás comiendo lo suficiente.
Luce lo saludable y esconde la chatarra
Organiza tu refrigerador de manera que no te tiente con las cosas más tóxicas, que deberías consumir sólo a veces y en cantidades pequeñas.
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¿Por qué? Porque según un experimento publicado en la página Sciencedirect.com comemos más de lo que tenemos más a la mano. Esta conclusión la sacaron luego de poner a un grupo de personas frente a dos snacks bien distintos: unas manzanas y unas cabritas.
Los resultados les dieron la razón: cuánto más accesible y visible está la comida, más come la gente. Así que empieza a poner lo más nutritivo al alcance y esconde un poco más atrás aquellas cosas que sirven sólo para darse unos gustitos. Verás cómo disminuyes tu ingesta de chatarra y golosinas.
Mastica lentamente
Deja de engullirte todo de una. Según la experta en nutrición Lisa Moskovitz, quien es citada por sitio Greatist.com “la investigación reciente sugiere que las personas que comen lentamente tienden a consumir menos calorías y mantenerse lleno por más tiempo que los que comen rápidamente”.
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Además, comer a un ritmo más lento aumenta la respuesta de una hormona de la saciedad, llamada péptido YY (PYY) y péptido similar al glucagón (GLP-1). “En pocas palabras, mientras más lento comemos, más tiempo le damos a nuestro cuerpo para sentirse satisfecho”, dice la experta.
Cambia esa ropa ancha
Deja de ocultar tus kilos bajo esa ropa inmensa. Según la psicóloga clínica Katie Rickel, quien habló con la web Grandparents.com, “llevar ropa que te haga sentir atractivo, en vez de prendas anchas que escondan la forma del cuerpo, te motivará para comer de una manera que demuestre que te importa tu cuerpo y tu aspecto”.
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Así que deja de lado esos polerones anchos o el buzo regalón y ponte ropa más ajustada que te recuerde por qué no debes comer más de un completo o cambiar las papas fritas por un snack más saludable.
Si quieres más consejos, encuéntralos en la web del Huffington Post.
Curiosos trucos científicos que ayudan a bajar de peso – Biut.cl
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