La mayoría de quienes sufren de problemas estomacales constantemente, y no van al médico para un diagnostico certero, creen tener problemas de colon irritable.
Sin embargo, si no te dejas asesoras por un médico especialista en la materia, podrías correr el riesgo de estar confundiendo el colon irritable, con algo más serio como la enfermedad de Crohn.
Por esto, acudimos al Doctor René Estay, gastroenterólogo de Clínica Santa María, quien nos explicó de qué se trata el mal de Crohn y cuáles son las diferencia con el colon irritable.
“La diferencia entre la enfermedad de Crohn y el colon irritable, está dada en que en la primera existe un daño orgánico, mientras que en la segunda sólo hay trastornos funcionales y la estructura está completamente sana”, explica el especialista.
¿Qué es el mal de Crohn?
El especialista explica que el mal de Crohn es una enfermedad intestinal inflamatoria de causa indeterminada, en la cual participan factores inmunológicos, genéticos, alimentarios e incluso infecciosos, que comprenden cualquier segmento del tubo digestivo desde la boca hasta el ano.
“La mayoría de las veces, esta patología se presenta como úlceras de profundidad variable, además de aftas, erosiones o perforaciones intestinales, en ocasiones de alta complejidad, que puede provocar lesiones en otros órganos, como el colon y el intestino delgado, por ejemplo”, dice Estay.
El gastroenterólogo agrega que “el daño al tubo digestivo comienza a amenazar al sistema inmunitario por error y destruye el tejido corporal sano”. Y señala que entre los síntomas de este problema, que puede manifestarse en hombres y mujeres de cualquier edad, destacan:
– Malestar abdominal con cólicos
– Fiebre
– Úlceras
– Estreñimiento
– Dolor articular e inflamación de los ojos
Características del colon irritable
En cuanto al colon irritable, el doctor René Estay aclara que éste se trata de “un trastorno funcional, en el cual el sistema digestivo parece normal pero no siempre tiene un correcto funcionamiento”.
Entre los síntomas que lo caracterizan se encuentran:
– Dolor y distensión abdominal
– Variaciones intestinales (estreñimiento constante y diarrea)
– mucosidad fecal
– Náuseas
– Gases
– Vómitos
– Pérdida de apetito
Es por esto que el gastroenterólogo de Clínica Santa María, enfatiza que es fundamental realizar un diagnóstico a tiempo, pues el mal de Crohn no se puede prevenir.
“El examen más frecuente para la detección es por medio de la colonoscopia, a través del cual se encuentran las úlceras sospechosas, que posteriormente pasarán por una biopsia y determinarán la presencia o no del mal de Crohn”, indica el experto.
Y agrega que en cuanto al tratamiento, éste dependerá de la severidad, extensión, profundidad de las lesiones y de si existen otros órganos comprometidos.
“Generalmente, se ocupan antiinflamatorios en las crisis, como el cortico-esteroides e inmunosupresores, que ayudan a estabilizar al paciente en sus episodios de dolor”, finaliza.
Cáncer de estómago: Aprende a detectar la enfermedad – Biut.cl
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