Es lejos uno de los elementos más nocivos de nuestra alimentación diaria. El azúcar en nuestra dieta no sólo puede generarnos patologías como diabetes o problemas cardiovasculares, sino que además puede inducir en la pérdida de nuestra memoria o, incluso, puede causarnos más problemas con nuestras parejas.
Por eso, debido a que sus granos blancos no aportan nada nutricionalmente hablando, es que diversos estudios se han dedicado a proclamar los beneficios de dejar de lado su dulce compañía. Sin embargo, no es una tarea fácil, sobre todo para las que sucumbimos a las ganas de comer algo dulce en la tarde.
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“El azúcar es el combustible del cuerpo, por lo que no podemos dejar de consumirla”, señala David Katz, doctor de la Universidad de Yale, citado por el sitio Univisión. Pero, lo que sí podemos hacer es intentar disminuirla con distintos consejos y teniendo claros los beneficios que esa baja aportará a nuestro organismo.
¿Cómo dejar el azúcar?
El médico de Yale indica que, la mejor manera de ir disminuyendo la ingesta de azúcar es leyendo los ingredientes de nuestras compras. “A veces no notamos que un producto contiene un exceso de azúcar porque ésta puede venir oculta bajo muchos nombres, por eso es importante que los conozcas para detectar mejor los productos que debes evitar”, dice.
Por eso, como primer paso, es bueno que sepas qué alias puede tener este elemento en tus alimentos. “Algunos pueden ser jugo o miel de caña, jarabe de maíz de alta fructosa, concentrado de jugo de fruta, néctar o jarabe de agave, así como algunas sustancias terminadas en ‘osa’, como fructosa, dextrosa, sucrosa, glucosa. Si un alimento tiene alguna de estas sustancias dentro de sus primeros ingredientes, lo mejor que puedes hacer es devolverlo al estante y elegir otro”, recomienda el mismo especialista.
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En tanto, en sitios como Esmas.com y Dietaalcalina.net entregan varios tips para ir dejando poco a poco lo excesivamente dulce de lado:
Ponte el objetivo de no probar azúcar por X tiempo
Por ejemplo, no probar cosas dulces por dos semanas. Esto te ayudará al autocontrol.
Olvídate de las bebidas
Una lata de 330 ml contiene aproximadamente 10 cucharaditas de azúcar, consignan en Dietaalcalina.net. Por eso, si quieres reducir, destiérralas de tu dieta.
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Ten opciones saludables a mano
“¿Se te antoja el azúcar? ¡Come una fruta! Las frutas también contienen azúcar pero además contienen vitaminas, minerales y fibra. Son una opción mucho más saludable de comer algo dulce cuando se te antoja”, dicen en Esmas.com.
Toma mucha agua
Cuando sientas que no puedes con las ganas de comerte algo dulce, toma agua. Mucha agua. “El agua es muy buena para ayudar a tu cuerpo a limpiar y desintoxicar, pero también servirá para disminuir los antojos”, aconsejan en el mismo sitio.
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Los beneficios de abandonar la dulzura extrema
Eve Shaub, autora del libro “Year of no sugar”, detalla que cuando su familia y ella dejaron de consumir azúcar se sintieron de inmediato más felices, llenos de energía y menos susceptibles a los cambios de humor repentinos. “Incluso, sus paladares se volvieron más sensibles y no tuvieron más dolores de cabeza”, describen en la web de Salud180.
Algo en lo que concuerda Marisol Guisasola, experta en nutrición del sitio Mujerhoy.com, quien enumera algunos de los beneficios que tiene reducir el azúcar de tus comidas:
Menos estrés y ansiedad: Si bien en un inicio los dulces pueden calmar un estado nervioso, lo cierto es que a la larga pueden aumentar tu irritabilidad.
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Más memoria: Diversas investigaciones indican que las dietas ricas en azúcares dificultan la comunicación neuronal y reducen la memoria.
Menos colesterol y un corazón más feliz: “A las pocas semanas, tus niveles de colesterol LDL (el malo) disminuirán en un 10 por ciento y los de triglicéridos, en un 20 o 30 por ciento. La tensión arterial también empezará a normalizarse”, afirman en el Instituto Cardiovascular St. Luke’s de Kansas City.
Mejores horas de sueño: El azúcar aumenta los niveles de cortisol, hormona del estrés que impide que te relajes y duermas tranquilo.
Menos inflamación y menos acné: Lo dulce en exceso tiene un efecto inflamatorio que favorece enfermedades como el cáncer, la artritis y el acné.
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No a la diabetes tipo 2: Los azúcares añadidos favorecen los depósitos de grasa en el hígado, lo que contribuye a la resistencia a la insulina y a aumentar el riesgo de diabetes.
Menos kilos: Según Marisol, “cincuenta gramos de azúcares añadidos te aportan unas 200 calorías. Si te las ahorras, podrías perder 5 kilos en 6 meses sin más cambios en la dieta”.
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