En primera instancia, puede causar extrañeza y desconfianza el hecho de no contar con la presencia física de la otra persona.
Algunos pacientes creen que las sesiones online son lejanas, frías y poco efectivas. Mientras que ciertos psicólogos pueden sentirse inseguros de experimentar esta metodología, y por miedo no atreverse a explorar estos nuevos caminos.
Sin embargo, les quiero contar a través de varios ejemplos por qué estas terapias funcionan y se están utilizando en varios países. Especialmente en Estados Unidos, Canadá, Inglaterra y Australia.
Las terapias psicológicas online van en aumento, debido a sus múltiples beneficios, como por ejemplo en el caso de los pacientes que viajan por un tiempo y necesitan continuar su tratamiento desde otro lugar, o también en el caso de psicólogos que se cambian de ciudad y necesitan mantener sus pacientes para completar sus terapias, o simplemente desean tener un estilo nómade mientras siguen trabajando.
Producto de nuestra contingencia social y las dificultades en los desplazamientos, el poder realizar/asistir a sesiones online se transforma en una gran alternativa.
La terapia online incluso se puede utilizar cuando tanto el paciente como el especialista viven en la misma ciudad, por ejemplo: madres que están en casa con postnatal, personas con dificultades de desplazamiento o incluso sufren fobia social. Con esta metodología se pueden ahorrar algunas horas de traslado y costos asociados, sin tener que prescindir de la ayuda psicológica.
Otro beneficio de la atención online, es que el psicólogo puede “entrar en tu mundo” y conocer espacios personales que en su propia consulta no podría ver, también aprovechar la instancia e incorporar herramientas de trabajo entre sesiones, como ejercicios con videos, audios, plantillas con preguntas de reflexión, etc, que hacen que el trabajo personal no quede sólo circunscrito a la sesión de la hora de terapia, sino que se expanda a otros momentos de la semana.
Quiero enfatizar que la terapia psicológica online no es para todos ni se puede realizar en cualquier caso. En diagnósticos más complejos como depresión importante, ansiedad o bipolaridad es necesaria una terapia presencial.
Mi invitación es que tanto psicólogos como pacientes, nos abramos a la posibilidad de cuestionar viejos mitos y aprovechar las oportunidades que nos permite la tecnología, de manera de acercar la salud mental a las personas que más lo necesiten.
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