Ñam Santiago: gastronomía, vinos y tapas

Últimamente se ha dado una tendencia en donde el chileno está más abierto a probar cosas nuevas. No se mal interprete y me refiero, por ejemplo, a la gastronomía. Ahora somos “más gourmet”, probamos comida de diferentes países y nos da por innovar en la cocina. Por lo mismo, es que se decidió realizar en Santiago la segunda versión del Festival Iberoamericano de Cocina Ñam que se inauguró ayer miércoles.

Como grandes invitados, en Ñam harán exposiciones reconocidos chefs internacionales de Perú, México, España, Chile y Brasil. Y de hecho, una gastronomía que está tomando adeptos en nuestro país es la brasilera. Ayer asistimos al taller de Bel Coelho, una reconocida chef que con sus inspiraciones y ganas de jugar sin límites, cambió la cocina en la cosmopolita ciudad de Sao Paulo.

Para la joven chef, dueña del restaurante Dui en el barrio Jardins de Sao Paulo, la inspiración la encuentra en su propia historia. “Por ejemplo, soy descendiente de portugueses y he vivido en España y eso está reflejado en mi cocina. Creo que hay que utilizar la experiencia desde niño para usar como inspiración en la cocina que haces”.
 
Pese a que su viaje a nuestro país fue relámpago y que no conoce mucho la comida chilena, sí tiene una excelente referencia de nuestros productos: “me gustan los pescados y mariscos. Eso está muy bien”. Aunque no lo crean, lo que más la cautivó fue la alegría y simpatía de los chilenos.

“Somos lo que comemos y lo que bebemos”.

En Ñam Santiago no sólo hay comida sino que el vino es uno de los grandes invitados. Josep Roca, el destacado sommelier español y uno de los dueños del restaurante Celler de Can Roca de Girona, ve en el vino no sólo un acompañamiento de la comida sino que un elemento que se puede cocinar. Así, entrega decenas de ejemplos donde no sólo el vino como lo conocemos es el protagonista, sino que las uvas antes de ser procesadas o los mismos barriles donde se reservaron sirven para ahumar diferentes tipos de pescados.

Con un conocimiento increíble de la comida, pero principalmente de los vinos, de sus orígenes y de las sensaciones que puede provocar; Josep cree que los seres humanos “somos lo que comemos y somos lo que bebemos”, considerando que el vino “es un producto potente de sabor, de historia y de transmisión de una tierra que se exporta al mundo”. Así, nosotros debemos ayudar al mundo del vino para “hacerlo partícipe de la comida y que ese sea un hilo conductor de gastronomía popular y no sólo en los restaurantes”. Así que chilenas, ¡a tomar vino se ha dicho!