Al rescate de Recoleta

Históricamente Recoleta siempre ha estado presente en el mapa mental de los santiaguinos, como lugar de destino comercial con oportunidad de obtener precios bajos y de calidad. Su centralidad la hace ideal para convertirse en un polo económico y cultural, donde se puede conocer la historia de la ciudad a través del recorrido de sus calles, la comercialización de sus productos, su diversidad cultural y sus edificios patrimoniales.

Pero algo pasó y esta comuna perdió su rumbo. “Principalmente por lo heterogéneo y multicultural que se ha vuelto, lo que genera una diversidad de barrios con fuertes diferencias culturales, que a la vez genera una  fragmentación sociopolítica, que no encuentra consenso para seguir avanzando”, manifiesta la arquitecta de la consultora Aprezia, Patricia Caro.

La nula planificación urbana es verificable “un ejemplo concreto y reconocido en el imaginario colectivo es el barrio Patronato, que presenta un marcado deterioro físico, con calzadas destrozadas, antiguas construcciones con aporte patrimonial subutilizadas como bodegas o locales, la inexistencia de espacios públicos, la suciedad dejada por la actividad comercial y, por último, la delincuencia”.

Al analizar su pérdida de identidad, APREZIA plantea la idea de conciliar renovación urbana y patrimonio partiendo con una planificación urbana que logre integrar el interés económico, social y político de la comuna, recuperando su identidad y regulando su desarrollo inmobiliario, con el fin de respetar su patrimonio.

En cuanto a la valoración de sus “suelos” quién gana y quién pierde ante esta realidad “la falta de planificación, genera un desarrollo desigual de la comuna, solo potenciando partes, que por lo general están ligadas a un interés económico particular, que nada tiene que ver con la identidad del barrio, históricamente reconocida en la comuna. Quién pierde: Los residentes de la comuna, que ven como la valorización de sus propiedades esta en desmedro del beneficio de pocos”, explica la arquitecta de Aprezia.

Recoleta aún está a tiempo para conciliar la renovación urbana con el rescate del patrimonio, tiene la historia, la ubicación geográfica y lo más importante: la gente, que está dispuesta a trabajar y dar su opinión para mejorar sus barrios. Si  todos estos factores de conjugan, Recoleta se podría convertir en un importante polo histórico, comercial y cultural de la ciudad.