Del otro lado. Eso significa en lengua quechua el vocablo “chimba”, nombre que recibía antiguamente el territorio ubicado al norte del río Mapocho. Ahí hoy se juntan las comunas de Independencia, Santiago y Recoleta, y se emplazan importantes hitos de la ciudad, como La Vega Central, la Pérgola de las Flores y el Cementerio General.
Durante años fue un espacio aislado. A pesar de la construcción del puente Cal y Canto -en 1779-, en la Colonia y el primer siglo de Independencia en las 238 hectáreas que componen la actual demarcación de La Chimba se instalaban quienes no tenían cabida en el resto de la ciudad, más urbana y desarrollada. Se trataba de indígenas que emigraban del sur, dueños de mercados de verduras y quintas de recreo. “Fue un espacio de libertad, dentro de una ciudad ordenada, esquemática y rígida, muy controlada, donde estaban prohibidos los mercados en las plazas, a diferencia a otros países latinoamericanos. Por eso, lo espontáneo y lo popular se instalaban al otro lado del Mapocho”, explica el historiador Miguel Laborde, coautor del libro Guía de patrimonio y cultura de La Chimba. “También fue el lugar donde la autoridad instalaba lo que no se sabía dónde más poner: cementerios, hospitales y siquiátricos”, agrega.
A pesar de esta extensa y variada historia urbana, el deterioro de La Chimba ha sido evidente, especialmente en la pavimentación de sus calles. Para revertir esta tendencia, en 2012 comenzará a implementarse un plan de remodelación que promete cambiar la cara al sector. Si bien la idea surgió hace dos años, cuando se estableció una mesa técnica con representantes de los tres municipios y gestionada por la Intendencia Metropolitana, ayer se anunció que será el Observatorio de Ciudades de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica la entidad encargada de diseñar un Plan Maestro, con un cronograma y las obras que se harán en el lugar antes del 2020.
“Hemos recopilado estudios y proyectos en los últimos 20 años y distintas propuestas de los municipios. Además, hemos hablado con diversos actores del barrio, como el Hospital Clínico de la Universidad de Chile o La Vega. La idea es que junto a ellos podamos plantear las ideas de renovación que se realizarán”, explica Pablo Contrucci, coordinador del proyecto.
Renovación del barrio
Entre los posibles cambios destacan los arreglos de veredas y repavimentación de las calles alrededor de La Vega, la remodelación de la Plaza Venezuela, frente al Mercado Central; la recuperación del paseo Puente y el mejoramiento de la calzada de Avenida La Paz.
Para la intendenta metropolitana, Cecilia Pérez, este proyecto también servirá para aunar criterios y evitar que los próximos proyectos inmobiliarios que se instalen ahí dañen la arquitectura del sector. “Al existir una coordinación con tres municipios, que es un hecho inédito, será importante conservar el patrimonio e historia del lugar. La idea es que el desarrollo de viviendas mantenga el entorno con sus distintos tipos de arquitectura”, comenta.
La realización del Plan Maestro fue financiada gracias al convenio de la intendencia con Île-de-France (Municipalidad de París) y tuvo un valor de 120.000 dólares. El Observatorio Urbano de la UC tendrá un plaza de ocho meses para entregar la propuesta final.
Según María Elena Barraza, arquitecta de la unidad de planificación del Gobierno Regional, el Plan Maestro también identificará de dónde vendrá la financiación de los proyectos de recuperación urbana.
“Pueden ser sectoriales, del fondo de desarrollo regional o aportes extranjeros. Lo importante es que no sean proyectos aislados, sino que sean parte de un plan global en todo el barrio”, remata.
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