Todas las marcas en la piel son desagradables. Eso lo sabemos. Sin embargo, hay algunas que son más fáciles de prevenir que otras. Y es, precisamente en esa categoría, donde caen las arrugas, estos surcos o pliegues que aparecen por la disminución en la dermis -la capa más gruesa de la piel-, la concentración de fibras elásticas y la falta de producción local de colágeno.
Si bien en su aparición inciden una serie de factores genéticos, de acuerdo al doctor Felipe Costa, Cirujano Plástico y experto en la materia hay ciertos rituales que ayudan a evitar la aparición de éstas. Muchos de ellos están asociados a pequeños cambios en los hábitos alimenticios y de salud. “No debemos olvidar que el rostro es el marco de nuestra alma, por lo que conviene seguir algunos de estos tips para evitar el envejecimiento y cuidar mejor nuestra piel” enfatiza el especialista.
1. Exposición solar
El sol es uno de los mayores enemigos de la piel. Primero porque es el precursor principal del cáncer de la piel, pero sobre todo porque la reseca, además de ser uno de los mayores responsables de la disminución en la calidad y concentración de colágeno tipo III, el más importante al momento de evitar arrugas.
La mejor opción es mantenerse alejados del sol entre las 10 AM y las 4 PM. Pero no basta sólo con evitar su contacto en horarios de mayor peligro, también es fundamental usar un buen factor de protección solar (SPF 30 o mayor), aún en días nublados, ya que estos últimos suelen ser los más engañosos y dañinos para la piel. Esta simple prevención permite evitar la acción de la enzima llamada metaloproteinasa, inducida por la luz ultravioleta, que daña irreversiblemente los tejidos en la piel.
2. Fumar
Si alguien le dijeran categóricamente que cada “piteada” de cigarrillo constituye el origen de una nueva arruga, probablemente habría menos fumadores, menos cáncer y menos arrugas. Y es que fumar es uno de los hábitos más nocivos para la piel. ¿Por qué? Porque el humo genera vasoconstricción de los pequeños vasos sanguíneos de la piel y acumulación de radicales libres todo lo cual entorpece el proceso normal de producción y regeneración de colágeno en las capas de la piel, frenando su reconstrucción y estimulación vital permanente.
3. Alimentación saludable
La alimentación es un proceso fundamental para cualquier ser humano. Lamentablemente aunque hoy parece un mero trámite, son pocos los que se preocupan, de lo que realmente comen.. Una dieta con alto contenido en vegetales, aceite de oliva y legumbres podría frenar la producción de arrugas. Pero no sucede lo mismo si la opción son las carnes y los productos refinados en azúcar. Asimismo, cambios frecuentes de peso con subidas y bajadas rápidas e inestables, además de dietas mal llevadas sólo producen más y más arrugas.
4. Agua
El agua es uno de los elementos vitales para el cuerpo y constituye ni más ni menos que entre el 70 y el 80% de nuestro peso, forma parte de la mayoría de los procesos metabólicos y es la fuente de disipación del calor. Por ello es fundamental tomar entre 6 y 8 vasos de agua diarios. Si usted logró una alimentación sana, mantiene una dieta equilibrada, y no fuma, podría obtener buenos resultados; pero si le falta el agua todo se detiene, ya que es a través del agua que se producen los procesos en los cuales se logra la humectación natural de la piel.
5. Evitar el estrés
Aunque parezca un cliché, la piel es el reflejo del alma. Si el alma está triste, deprimida o sobre exigida, automáticamente el cuerpo produce la hormona cortisol, que es causante de arrugas, gordura y una serie de otros trastornos. Por eso es bueno caminar, hacer ejercicio y evitar los malos ratos. Si alguien le dijera que una rabia menos, significa una arruga menos, probablemente usted sonreiría las tres cuartas partes del día, incluso durmiendo.
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