La radiación ultravioleta es un fenómeno invisible a nuestros ojos, pero uno de los efectos más evidentes es la quemadura del sol en nuestra piel.
Los rayos UV-B también pueden dañar el material genético de las células cutáneas y causar cáncer, en especial durante la infancia, pues agrava el riesgo de desarrollar cánceres cutáneos con melanoma, más peligrosos.
Por esto, y porque la radiación es cada vez más mayor, Daniel Maldonado Serrano, Ingeniero en Prevención de Riesgos del Instituto AIEP nos entrega algunos consejos para protegernos del daño solar.
• Minimiza la exposición al sol en horas de máxima radiación, es decir de 12.00 a 16.00 horas.
• Busca la sombra, cúbrete con gorro o sombrero, quitasol y ropa adecuada.
• Usa anteojos de sol cuyos cristales cuenten con filtro UV-B y UV-A. Los lentes “Polarizados” solo filtran el paso de la luz y no los nocivos rayos UV.
• Usa cremas fotoprotectoras de un factor adecuado para tu piel y edad. Úsalo en las zonas del cuerpo expuestas.
• El bloqueador solar, debe ser aplicado 30 o 60 minutos antes de exponerse al sol y repetir su uso cada dos horas.
• Consulta a un médico si alguna lesión en cualquier parte de la piel no cicatriza espontáneamente o si un lunar crece, pica, duele o cambia de color.
• Protege especialmente a los niños menores de 10 años.
• Evita exponerte al sol con la piel húmeda, porque aumenta la captación de radiación solar.
COMENTAR