Romper las tradiciones de un oficio machista no es cosa fácil, pero Lisa Kelly lo logró. Lejos de la rudeza que caracteriza a los hombres que practican este trabajo, la rubia de afinadas curvas se dedica hace más de 10 años a ser conductora de camiones, logrando no sólo ser la única en su especie, sino llegando a conducir un programa dedicado especialmente a competencias entre camioneros.
“Rutas Mortales – Los Andes”, la nueva temporada de su programa, fue completamente grabado en Sudamérica, y en su visita a Chile para presentarlo, Kelly aprovechó de compartir con nosotras detalles inéditos de su profesión.
Las tomas de la nueva temporada que emitirá History Channel se hicieron durante 2011, pero cada vez que Lisa ve el nuevo trailer promocional de la temporada, confiesa revivir el miedo de enfrentarse a pequeños caminos angostos e inseguros. Rodado en la zona rural de Bolivia y Perú, la estadounidense afirma que al principio ganarse a sus pares, e incluso a los participantes de la serie fue difícil “Yo no parecía ni tenía la pinta de una persona que manejara camiones habitualmente, entonces no me daban la oportunidad”. Sin embargo, poco a poco se ha hecho respetar, y ahora para ellos, Kelly es una amiga más, con el cuál deberán conquistar miles de kilómetros, transitando por los caminos más peligrosos del mundo.
“Cuando comenzaron las grabaciones, el equipo de camioneros pensaban que yo no debía estar ahí o que no correspondía que estuviera presente”.
Esta vez, el paraje escogido fueron las montañas andinas, lugar donde reinan las pendientes, precipicios y rutas erosionadas producto de los efectos climáticos.
Sobre la decisión de liderar este desafío Lisa se define una afortunada “Me costó mucho decidirme a hacerlo, pero yo soy camionera y no pude resistirme a manejar por los caminos más peligrosos del mundo. Muchas veces cuando ya estaba en el camino me pregunté cuál era el camino que separaba las ganas de superar todo versus el susto de morir en cualquier momento”, agrega la popular camionera.
Desde niña, su afición fue interesarse por todo tipo de motores. Su inquietud nació desde niña a raíz de una tarea escolar y de ahí, no pararía. A los 21 años sacó su licencia de conducir, y dos años más tarde ya figuraba en las grandes ligas a cargo del manejo de camiones. Al preguntarle qué es lo que más le atrae de este inusual oficio femenino, no duda en señalar “Me gusta la independencia, la libertad y la posibilidad de viajar”.
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