El Instituto de Salud Pública (ISP) ha aprobado y ya se encuentra disponible una novedosa terapia para el tratamiento de la osteoporosis en mujeres postmenopaúsicas: Denosumab (cuyo nombre comercial es Prolia®), tiene dos importantes elementos diferenciadores respecto de las terapias contra la osteoporosis existentes. El primero, su innovador mecanismo de acción que actúa a nivel de las células que desgastan el hueso, mejorando así la densidad ósea y reduciendo el riesgo de sufrir fracturas. Y el segundo, su modo de aplicación: una inyección que se pone cada seis meses y que deja atrás el tratamiento en base a medicamentos de toma diara, asegurando con ello la continuidad y efectividad de éste.
Prolia® actúa específicamente sobre el RANK Ligando (RANK-L), un regulador esencial de los osteoclastos, células que producen el desgaste y deterioro del hueso. Esta nueva droga -la más novedosa en el tratamiento de la osteoporosis- ayuda a detener el proceso que causa la pérdida ósea en el esqueleto, resultando en una mayor densidad ósea, huesos más fuertes y una reducción del riesgo de sufrir fracturas de columna, cadera y otros huesos no vertebrales. La nueva mólecula, devuelve el balance fisiológico de formación y destrucción del hueso. Prolia® fue también aprobado para el tratamiento de la pérdida ósea asociada a ablación hormonal para cáncer próstatico o mamario.
Realidad de la osteoporosis en Chile
En nuestro país, alrededor del 21% de las mujeres postmenopáusicas sufren de osteoporosis, considerando estudios realizados en columna lumbar. A pesar de existir diferentes opciones de tratamiento, muchas de estas mujeres experimentan fracturas debido a una baja o pobre adherencia a su terapia. En este contexto, la inyección subcutánea de denosumab cada 6 meses ofrece una alternativa a sus actuales tratamientos.
En Chile cerca de 2.370.284 mujeres forman parte del grupo de mayor riesgo de padecer osteoporosis –mayores de 50 años-. Considerando que la esperanza de vida ha crecido en Chile de los 60 años (en 1960) a los 79 años, (para el año 2000 ), ésta es una cifra no menor que amerita la búsqueda de nuevos y mejores tratamientos en beneficio de una mejor calidad de vida para las mujeres en etapa postmenopaúsica que padecen esta enfermedad.
El dolor, la discapacidad y la pérdida de la independencia asociadas con la enfermedad pueden impactar significativamente la salud mental y mermar la calidad de vida del paciente. Las fracturas, especialmente de cadera, pueden ser devastadoras: Al año 2006 en Chile las defunciones por fracturas de cadera alcanzaron los 352 casos, según cifras entregadas por MINSAL . Los egresos hospitalarios al mismo año por esta causa llegaron a los 5.350 casos.
De acuerdo a datos de la Fundación Chilena de Osteoporosis ( FUNDOP ), el 2,9% de las mujeres entre 50 a 59 años padece osteoporosis, elevándose la cifra considerablemente hacia los 70 a 79 años, donde alcanza un 16,5 %, totalizando más de 40 mil mujeres entre 20 y 93 años que padecen de osteoporosis.
A pesar de que hace más de 10 años existen tratamientos disponibles, aún existe un número importante de fracturas por esta patología. En el caso local, el riesgo de fractura postmenopaúsica a los 50 años -en el caso de las mujeres- es de un 29,7%, según un estudio realizado en mujeres chilenas . Datos entregados por el mismo estudio, muestran que entre los 55 y 85 años un 31% de las mujeres padecen de osteoporosis en la columna lumbar, 14,1% en el cuello femoral, 10,7% en ambos sitios, mientras que un 35% tenía osteoporosis en cualquier parte del cuerpo, con su consiguiente riesgo de fracturas.
A nivel mundial, el riesgo de sufrir una fractura durante la vida permanece alto: 30 al 50% de las mujeres, de las cuáles sólo un 19% recibirá tratamiento . Entre el 50 y 70% de ellas detendrán su tratamiento dentro de un año lo cual puede dejar a muchos pacientes insuficientemente protegidos contra la pérdida ósea.
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