Los cerebros de los citadinos son distintos frente al estrés

Por BBC Mundo

Se sabe que el ruido, la prisa, el tráfico y otros factores típicos de las zonas urbanas tienen un efecto en nuestra salud mental. Pero lo que no sabía era cuáles son las causas biológicas detrás de la incidencia de estos trastornos de los citadinos.

Ahora, una nueva investigación publicada en la revista Nature, revela que las regiones cerebrales que se encargan de regular las emociones y el estrés responden de distinta forma en los individuos que habitan en ciudades.

“Hallazgos anteriores han demostrado que el riesgo de trastornos de ansiedad es 21% más alto en personas que viven en la ciudad, quienes también tienen 39% más riesgo de trastornos del ánimo” afirma el doctor Jens Pruessner, del Instituto Universitario de Salud Mental Douglas en Montreal, Canadá, quien dirigió el estudio.

“Además, la incidencia de esquizofrenia casi se duplica en los individuos que nacieron y crecieron en las ciudades”.

“Estos valores son motivo de preocupación, y determinar la biología detrás de esta tendencia es el primer paso para remediarla”, agrega el investigador.

Diferentes estructuras cerebrales

El doctor Pruessner y su equipo analizaron la actividad cerebral de voluntarios sanos que vivían tanto en zonas urbanas como rurales.

Los voluntarios fueron sometidos a varias pruebas de problemas aritméticos desarrollados específicamente para medir los niveles de estrés utilizando imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) para ver lo que ocurría en las distintas regiones de sus cerebros.

“Este hallazgo sugiere que las diferentes regiones cerebrales son sensibles a la experiencia de vivir en una ciudad durante distintos períodos a lo largo de la vida”, Dr. Jens Pruessner.

Los resultados mostraron que bajo una situación de estrés, los voluntarios que vivían en ciudades presentaban una mayor respuesta de la amígdala, la región cerebral que está asociada a la regulación de las emociones y el estado de animo.

Y también se encontró que quienes habían crecido en zonas urbanas mostraban una mayor actividad en la circunvolución del cíngulo, la región cerebral vinculada a la detección de procesos negativos y conflictos y al estrés.

Tal como señala el doctor Pruessner, el hecho de que estos resultados fueran tan específicos fue “sorprendente”.

“Este hallazgo sugiere que las diferentes regiones cerebrales son sensibles a la experiencia de vivir en una ciudad durante distintos períodos a lo largo de la vida” expresa el investigador.

“Estos resultados contribuyen a nuestro entendimiento del riesgo que presentan los ambientes urbanos para los trastornos mentales y la salud en general”.

“Y presentan la posibilidad de un nuevo enfoque para las ciencias sociales y las neurociencias y para que las políticas públicas respondan a los grandes desafíos de la salud en las zonas urbanas” dice el doctor Pruessner.

Los investigadores agregan que ahora será necesario llevar a cabo más estudios para ver como los diversos factores de estrés de las ciudades afectan la salud mental de los individuos.

Por ejemplo, dicen, se podría analizar si factores como la disponibilidad de áreas verdes, la cultura y el tipo de vecindario, tienen un impacto en las diferencias que se observaron entre los habitantes de las ciudades.

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