Un reconocido spot publicitario reza que a los chilenos se les aparece marzo. Esta minúscula frase es reflejo de la inmensidad de cuentas a las que se debe hacer frente este mes. Una efectiva manera de no verse sobrepasado es llevar a raya los gastos, algo que no es una regla generalizada en los chilenos.
De hecho, la última Encuesta de Previsión Social revela que más de un tercio de ellos “nunca” (18,5%) o “casi nunca” (16,5%) lleva control de sus gastos. “Es una cifra elevada, lo que es muy peligroso en términos de vulnerabilidad porque estas personas no saben enfrentarse a sus ingresos ni ordenarse”, dice Javiera Vásquez, investigadora del Centro de Microdatos de la U. de Chile y parte del equipo de la EPS. Quienes reconocen que siempre controlan sus gastos llegan al 44,6% y los que lo hacen la mayor parte del tiempo, al 16,7%. “La gente es inmediatista y en cuanto a gastos, vive el presente sin pensar en el futuro. Esto hace que sean impulsivos para hacer gastos suntuarios”, agrega Vásquez.
Los chilenos no son los únicos. Si la nula planificación de los gastos alcanza al 35% de los chilenos, el 30% de los estadounidenses va por el mismo camino, según el Health and Retirement Survey. Mejor nos vemos si miramos a México: apenas el 18% de la población lleva un control de sus gastos, según un estudio de la Unam.
Planilla o tarjeta
La encuesta dice que entre quienes sí llevan a raya sus gatos, el 46% se hace asesorar por familiares y amigos; el 1% les pregunta a sus compañeros de trabajo o amigos, y un ínfimo 0,5% consulta a un asesor financiero. Apenas el 10% se sienta frente al computador a llenar una planilla Excel o saca la calculadora. Elvira Chadwick, gerenta general de la consultora Lado Humano, explica que no existe una formalización del control de gastos en cuanto a llevar planillas o registrar cada gasto, pero los chilenos tienen una idea clara de qué tipo de gastos tiene el grupo familiar y de los montos que asigna a cada uno de ellos. “Ahí se puede observar cómo se ha engrosado el gasto fijo familiar con la incorporación de servicios que antes no formaban parte de las necesidades y que ahora son parte del cotidiano de todos los hogares: teléfono móvil, banda ancha, cable, autopistas, además de las cuentas tradicionales de luz, agua, etc.”.
Del estudio igualmente se desprende que la falta de planificación en Chile no diferencia género ni nivel educacional. Las cifras muestran que prácticamente la misma cantidad de mujeres (36,2%) y hombres (37,3%) no tiene un plan para su presupuesto mensual. En los niveles educacionales pasa algo similar: mientras cinco de cada 10 miembros del grupo de personas con formación básica incompleta planifica rara vez o nunca, los encuestados con formación universitaria completa también muestran lo suyo, con tres de cada 10. Esto s e puede traducir en endeudamiento. De hecho, los chilenos están endeudados en 6,2 veces su sueldo líquido y las chilenas, en 5,8, de acuerdo con un estudio realizado por Creditaria. Más: la última encuesta del Injuv arrojó que el 50,6% de los jóvenes de hasta 29 años tiene deudas impagas o por pagar, y el 29,2% se encuentra en mora.
¿Cómo se llevan los gastos? Chadwick dice que en los grupos medios y bajos juega un rol clave la tarjeta de crédito, pues se da un ordenamiento de gastos en torno a las cuotas más que en el precio: las personas manejan su endeudamiento y saben que no pueden pasarse de un monto mensual. En los grupos socioeconómicos altos, esto ocurre optimizando los gatos -supermercado, educación, salud, recreación, etc.- en una sola tarjeta. Y más encima obtienen “puntos” o bonificación por eso.
Datos Prácticos
1. Planificación anual
Planificación anual Así se compensan los meses de menores ingresos con los de mayores gastos.
2. Una sola tarjeta
Si no es de los que lleva sus gastos en orden, usar sólo una tarjeta le ordenará sus egresos.
3. Tope de fondos
Para los más desordenados, es una estrategia para no pasarse del presupuesto.
4. Evaluar créditos
Si definitivamente no le alcanza, evalúe las mejores opciones antes de endeudarse.
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