Hay pocos tonos que siempre están de moda, los clásicos son el blanco y el negro y últimamente, el café y camel están tomando importancia. Pero el color por excelencia del verano es el blanco en toda su gama de tonalidades. Desde los más brillantes hasta los más pasteles y, por supuesto, los accesorios se vuelven los protagonistas.
Además de ser un color “fresco” (no absorbe el calor como el negro), las mujeres pueden lucir el bronceado veraniego junto a un lindo vestido o una pollera corta. Pese a que el blanco es muy combinable con cualquier color, debes saber mezclar por ejemplo con un detalle llamativo. El café también es un excelente complemento para el blanco.
Un tono versátil
Pese a que a la gran mayoría de las mujeres les encanta tener cerros y cerros de ropa –las traperas lo entenderán- siempre hay alguna prenda favorita. Y tener tu ropa favorita en blanco es ideal gracias a la versatilidad que tiene este color: de día luces radiante y natural mientras que en la noche destacas con un toque de elegancia y sofisticación.
Además, independientemente de la tendencia que esté de moda, el blanco calza en todos los estilos. Para las más sobrias y compuesta, en el estilo minimalista el blanco es el rey. Para las más naturales y que se dejan llevar por el romanticismo, este tono acompaña a los tonos pasteles característicos de esta tendencia.
Sólo hay un pequeño problema con el blanco: por ningún motivo y bajo ninguna circunstancia puedes ir vestida de blanco a un matrimonio.
Jennie Walker, Asos, Ac Mare y Umbrale.
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