La inserción de la mujer en el trabajo es un tema cada vez más consolidado en nuestra población. Así lo reveló un estudio realizado por Universidad Central, que determinó que gran parte de los chilenos cree que las mujeres deberían ser incorporadas en altos mandos dentro de la empresa. 76% piensa que sí debería estar presente, sin embargo, su posicionamiento aún es un tanto débil, pues la mayoría piensa que los hombres serían mejores jefes. El detalle de lo que concluyó el estudio, te lo mostramos a continuación.
María Gladys Olivo, directora de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Central, afirma que a pesar que la mujer es considerada más eficiente y responsable que su par masculino, su posicionamiento en cargos de jefatura aún no es del todo beneficioso. El posicionamiento en estas tareas laborales hace que hoy en día aún exista una suerte de necesidad de afianzamiento para demostrar que lo hacemos bien”, indica la especialista.
El Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, CESOP realizó la encuesta en base a una muestra de igual proporción de hombres y mujeres, que reveló una leve preferencia, con un 53% por jefaturas masculinas.
Además, el liderazgo femenino implica “mantener muy vigente la condición femenina; no masculinizarse, lo que no significa abandonar la autoridad en la toma de decisiones y/o conducción de procesos, sino establecer relaciones más inclusivas y dialogantes, que es un rasgo muy positivo de las jefas mujeres”.
Si bien en el estudio queda claro que en la medida que un jefe sepa escuchar y llegar a consensos es un mejor líder, “nuestra sociedad todavía es machista y el trabajador muchas veces percibe como positivas las conductas autoritarias en los jefes, el antiguo dicho de ‘saber mandar’; hoy lo que se busca son liderazgos cuya autoridad esté basada en el ‘saber trasmitir y dialogar’; eso es un rasgo que no siendo exclusivo de las mujeres es mucho más evidente en ellas”, lo que las puede hacer muy atractivas al momento de ser jefas, señala la experta.
Es interesante notar en la encuesta del CESOP que de todas las mujeres encuestadas, el 56% prefieren mujeres como jefas, en tanto, del total de hombres, el 63% prefiere liderazgos masculinos. Esta situación explica María Gladys Olivo, indica que “existe un mito muy instalado de que las mujeres son ‘mañosas’ o ‘histéricas’; lo cual no sólo es una atribución errónea y una descalificación social, sino que además funciona por un lado como mecanismo de defensa de los varones para ocultar posibles debilidades en su gestión como jefes, y por otro, reiterar que el machismo hace que la preferencia de los hombres en el medio laboral coloca a las mujeres en situación de sumisión”.
¿Debería haber más mujeres en cargos directivos? Sí, responde el 76% de la ciudadanía, pero no como jefa mía. Al parecer es cierto que “no es tan fácil aceptar que la mujer está efectivamente en igualdad de condiciones, es capaz de conducir procesos y de tener autoridad sin caer en el autoritarismo”, indica la Directora de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Central.
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