Fue entonces que decidí ir a protestar, me puse mis zapatillas de cuero porque debía estar preparada para correr si me mojaba el guanaco; aunque no debería usar aquellas, así no me las echan a perder aprovechando de poner a prueba mi última compra y ponerme las de lona.
Antes de salir me pregunté cómo podría causar impacto en mi primera vez, de protesta obvio. ¿Debo ir vestida de verde? Lamentablemente mis pantalones verde oliva no combinan con mi swetter verde pistacho, blue, anyway, además me habían dicho que hay que llevar un limón, por los gases, esos mismos que voy investigar si realmente son o no abortivos porque si fuera así, la pastilla del día después sería un chiste al lado de una abortiva salida a protestar. Bueno, ya averiguaré y escribo.
Que nerviossss!!!, fue mi primera manifestación pero todo sea por defender a la naturaleza; además, creo para una podría haber un estacionamiento para manifestantes o por lo menos dejar de cobrar los estacionamientos del centro.
Sin embargo, a pesar de todo esto de mi “primera vez” me pregunto si este proyectito es necesario para tener más energía y así disfrutar mi bellas zapatillas de cuero. ¿bastaría con dejar de consumir y así poder evitarlo? Y ¿Saben qué? Si.
Antes de salir me puse a pensar si después de esta protesta debía volverme vegetariana, flexitariana o cualquier de culquiero opción de las variedades de dietas que menos impactan al medioambiente, pero, no, sería un reverenda estupidez.
Bajé los estudios de varios países, incluso Japón, donde lo más interesante es que ellos han logrado desacoplar la curva de consumo energético y producción. ¿Qué significa esto? Que nosotras podemos hacer un aporte sin llegar a extremos por medio de entender que si ganamos más dinero no es necesario comprar más ni cambiarte al vivir al Depto. más grande sino lo necesitas. Por otra parte, también está en ser eficientes en nuestro consumo de energía, que en palabras simples son pequeñas acciones que nos permiten tanto ahorrar como aprovecha mejor nuestras cosas.
Miren, en realidad me di cuenta que puedo usar menos el auto, usar el metro y comprar menos, sólo lo que necesito. Quizá mis botas pueden ser extra lindas, pero de verdad de verdad… no las necesito, así que desde ahora decidí empezar a comprar lo que necesito y de verdad que no necesito renovar mi closet cada 45 días. Por otra parte, puedo donar ropa, a quienes no la necesitan, lo juguetes de los niños, las cosas viejas de la casa que aún sirven pero que damos de baja.
También me di cuenta que puedo ir a la feria, comprar local pensando global como mis libros dicen, además de ver que hay autos más pequeños, que consumen menos y que además los puedo estacionar en cualquier parte, a parte de ya haber escrito anteriormente que nosotras manejamos sustentablemente.
También me di cuenta que puedo ahorrar agua, cerrar bien mis ventanas para así aprovechar la calefacción del hogar o incluso invertir en termopaneles de vidrio que me aíslan del ruido, del calor y del frío.
También me di cuenta que puedo seleccionar las cosas eléctricas en base a eficiencia energética y así consumir menos, como también desenchufar lo que no estoy utilizando, o sea, evitar el consumo vampiro que de vampiro sexy no tiene nada.
En fin, creo que después de la protesta entendí un poco más mis libros, que el cambio está en nosotras a quienes nos han tratado de consumistas sólo por el hecho de realizar las compras y que de verdad, si es así, podemos cambiar el mundo y realizar una vida sustentable y de compras sustentables. A ver si cambiamos todas y con eso nos ahorramos una centralita o en un defecto una más pequeñita y así una protesta. Yo creo que podemos hacerlo.
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