Se trata de un tipo de células grasas en la piel que son la fuente de los compuestos químicos necesarios para el crecimiento de cabello.
Los científicos de la Universidad de Yale encontraron en experimentos con ratones que al inyectar estas células -llamadas adipocitos- en los animales, lograban estimular el crecimiento de cabello.
Tal como informan los investigadores en la revista Cell, el hallazgo podría conducir en el futuro a un tratamiento que promueva el crecimiento de cabello para revertir la calvicie.
“Si logramos que estos adipocitos en la piel puedan “hablar” con las células madre durmientes en la base de los folículos, podríamos conseguir que el cabello crezca nuevamente” explica la profesora Valerie Horsley, quien dirigió el estudio.
Células durmientes
Tal como explica la experta, cuando un cabello comienza a crecer se produce un incremento de cuatro veces en el número de células grasas “precursoras” en la piel alrededor del folículo piloso.
“Si logramos que estos adipocitos en la piel puedan “hablar” con las células madre durmientes en la base de los folículos, podríamos conseguir que el cabello crezca nuevamente “, Prof. Valerie Horsley.
Un individuo con alopecia -o calvicie- común, continúa teniendo células madre en la raíz de sus folículos, pero éstas han perdido la capacidad de promover el crecimiento de cabello.
Los científicos saben desde hace tiempo que estas células madre foliculares necesitan recibir señales desde la piel cuando es momento de que crezca un cabello.
Pero hasta ahora se desconocía cuál era la fuente o de dónde procedían esas señales.
Los investigadores llevaron a cabo experimentos con ratones que no podían producir estos adipocitos precursores.
El cabello crece normalmente en ciclos, pero en estos ratones, los folículos habían quedado bloqueados en una fase durmiente de ese ciclo.
Cuando los investigadores inyectaron en los animales adipocitos de ratones sanos, lograron, dos semanas después, que sus folículos comenzaran a crecer cabello.
Factor de crecimiento
Posteriormente descubrieron que los adipocitos precursores producían un compuesto químico -llamado factor de crecimiento derivado de plaquetas- a una velocidad 100 veces mayor del nivel de las células locales.
Al inyectar el factor de crecimiento en la piel de los ratones calvos, lograron promover el crecimiento de cabello en 86% de los folículos.
Según los investigadores “las células grasas precursoras secretan el factor de crecimiento derivado de plaquetas que promueve el crecimiento de cabello”.
La profesora Horsley y su equipo continúan tratando de identificar otros compuestos químicos que podrían estar involucrados en el proceso de regeneración de cabello.
También probarán ahora si estas mismas señales químicas son las que se requieren para el crecimiento de cabello humano.
Todavía no se sabe con claridad cuál es la causa de la alopecia común, pero los expertos creen que la hormona masculina, la testosterona, podría estar involucrada.
También se han identificado varias anormalidades genéticas que incrementan el riesgo de que un hombre desarrolle calvicie.
La investigación fue financiada por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y el Programa de Investigación de Células Madre de Connecticut.
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