Algunos de los clientes más exigentes que tengo son los que tienen mucho peso que perder, que necesitan una dieta completa y revisión de estilo de vida. Cuando les digo “levántate media hora antes para dar un paseo”, ellos rotundamente responden “no, estoy demasiado cansado”. “Deshazte del helado en el refrigerador” la respuesta es clara: “no puedo hacerlo, es para mis hijos”. No estoy pidiendo que hagan todos estos cambios de una sola vez, pero algunas personas realmente se resisten al más mínimo cambio. A veces tienen miedo al fracaso, o sienten que el sacrificio es demasiado grande. Los beneficios no son evidentes inmediatamente, así es que cuando alguien tiene muchos malos hábitos que necesitan ser tratados, lo mejor que puedo hacer es ayudarles a priorizar y trabajar en las cosas más fáciles primero.
Hay gente que puede hacer frente a una gran cantidad de cambios a la vez y tiene éxito, pero son la excepción. Las personas tienen que tomar las cosas de buena manera, ya que a veces los avances son poco notorios.
Si tú tienes una serie de malos hábitos, hay algunos principios básicos a la hora de navegar por tu camino a través del proceso de cambio de comportamiento.
Acá algunos consejos para cambiar esos malos hábitos:
• Establece tus metas y haz que el comportamiento sea razonable. “Quiero llegar en buena forma física” o “voy a comer mejor” es demasiado vago. En su lugar, establezca la meta de “voy a caminar 30 minutos al día”.
• Comienza con los cambios más fáciles primero. Una vez que les haces frente y sientas que tienes éxito, podrás asumir más retos. A medida que cada pequeño cambio se convierte en permanente, van a empezar a sumar y esto generará beneficios a la salud.
• No pienses que es “para siempre”. Sólo trata de completar un fin de semana sin que se note, toma las cosas a su tiempo, incluso una comida a la vez si es necesario.
• Mantén un registro, así sabrás lo bien que lo estás haciendo. Si has estado tratando de impulsar la actividad física, mantén un registro de los minutos que te ejercitas. Si estás tratando de reducir la cantidad de dulces que consumes, establece un límite para la semana y haz un seguimiento. Y para cada pequeño éxito, date una palmada en la espalda.
• Trata de anticiparte a lo que te podría descarrilar de la rutina.
• Practica el arte de la distracción. Si sientes la necesidad de comer algo que no debes, espera 15 minutos antes de llevar a cabo la acción, lo más probable es que ocupes ese tiempo en otra cosa y te olvides de la ansiedad de comer.
• Observa lo que provocan tus malos hábitos y rompe la cadena. Si la máquina expendedora en el trabajo te tienta cada vez que pasas en frente de ella, buscar otro camino, así evitas las ganas de consumir algo que no debes.
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