El frío, los días más cortos y la imposibilidad de hacer algunas actividades al aire libre, son algunas de las explicaciones de porqué comemos más y peor en invierno. Si bien, se presenta más en las mujeres, los hombres no quedan ajenos a este fenómeno que genera que terminemos el invierno con algunos kilitos de más, que luego querremos perder para lucir nuestra figura en verano.
Marcela Zapata, Jefa de Área de la Escuela de Salud de AIEP entrega algunas medidas que podemos tomar para que durante estos meses de frío mantengamos controlada la balanza:
- Incluye una sopa antes de tu almuerzo. Ayudará a saciarte y evitará que comas de sobra. Prefiere las sopas caseras que no lleven crema.
- Las pastas son una de las principales fuentes de carbohidratos, elementos fundamentales para enfrentar el frío del invierno. Puedes comerlas todos los días, pero lo importante es que midas las porciones y no las acompañes con salsas muy pesadas o cremas.
- No comer arroz o legumbres más de tres veces a la semana.
- Cuidado con las bebidas. Algunas como el chocolate caliente o el capuchino son ricos en calorías; en su lugar prefiere infusiones de hierbas o té verde.
- Incluye frutas y verduras en tu dieta diaria. No es indispensable comerlas frescas, pueden ser hervidas o cocidas.
- Planificarse para que la última comida del día sea a más tardar a las 20 horas, ya que en invierno solemos dormirnos más temprano y así le damos tiempo a nuestro organismo de digerir los alimentos.
- Haz ejercicio, que el frío no sea excusa.
- Si hace mucho frío, prefiere ejercitarte en lugares cerrados. Si no es posible, abrígate con ropas de algodón, gorro y guantes.
- No olvides hidratarte. No porque haga frío, transpiras menos.
- Tras ejercitarte, no te quedes con la ropa mojada. Si te es posible, date un baño tibio.
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