La juventud y el sobrepeso no son amigos. Bien lo sabe Micaela Guzmán (25) quien por años ha debido enfrentar los kilos extra, y con ellos, una respuesta emocional estrechamente relacionada: La ansiedad.
Pese a que algunas investigaciones han comprobado que ciertos genes podrían ser los responsables de qué tan vulnerable es una persona para desarrollar la ansiedad y porqué algunas son más propensas que otras frente a determinadas situaciones, la realidad en Chile nos lleva a relacionar este problema con la alimentación.
Para Micaela, como para muchas mujeres al borde de la obesidad, la comida significaba una forma perfecta para canalizar todo tipo de emociones “Llegué a pesar 90 kilos, me dejé estar. Estaba triste, comía, estaba feliz, comía”. Fue en ese momento cuando decidió ir por primera vez al psicólogo.
“Estos fenómenos pueden ocurrir por múltiples motivos, pero a grandes rasgos, podría deberse a la dificultad procesar los estados anímicos”, señala la psicóloga Daniela Arancibia.
Sin embargo, sus inicios no fueron fáciles. Como muchos especialistas, la receta inicial incluía fuertes medicamentos, tal como se usaba antiguamente para tratar la ansiedad. Hoy en día, las cosas son distintas. Los tratamientos farmacológicos son utilizados sólo para estabilizar emociones a la persona. “Llegué a tomar 3 prozac al día sin resultados. Fue ahí cuando me dí cuenta que la solución era o aumentar la dosis o jugármela por mi salud de forma más natural”.
Los avances en materia de tratamientos demuestran que, tal como asegura la doctora Trisha Macnair, de la Asociación Médica Británica “Hoy contamos con terapias que pueden ayudar a la persona a entender su ansiedad y a aprender cómo manejar el estrés”. Además, se ha llegado a la conclusión que el estado ansioso se ve empeorado por el estrés, por ejemplo en situaciones de trabajo, por el ruido y los problemas de relaciones. Ahora se conoce cómo abordar específicamente el problema y es más fácil crear hábitos que permitan a los pacientes identificar qué elementos gatillan su ansiedad y como controlar su respuesta tanto fisica como psicologica.
Sus manifestaciones
Muchas formas de expresión para un solo trastorno. Así podrían describirse los primeros signos de un cuadro de ansiedad. Aquí, te mostramos algunas de las manifestaciones que podría desarrollar una persona.
- TOC- Trastorno Obsesivo Compulsivo: Es este tipo de trastorno, aparecen imágenes o pensamientos persistentes que se experimentan como intrusivos. Luego de esto aparece la compulsión, la cual es un comportamiento de carácter repetitivo que el individuo siente para aliviar la obsesión.
- Trastorno por estrés postraumático: Sus síntomas aparecen cuando la persona ha vivido un acontecimiento traumático y después vuelve a vivir la experiencia por medio de sueños, recuerdos o flashbacks. Se define como postraumático cuando es permanente. De él, deriva el estrés agudo, que tiene una permanencia entre dos días y cuatro semanas.
- Trastorno por ansiedad generalizada: Se manifiesta cuando la persona experimenta una gran preocupación hacia muchas situaciones por más de 6 meses y entre sus características están la impaciencia, fatiga, irritabilidad y tensión muscular.
- Crisis de angustia: Es un episodio que dura aproximadamente 10 minutos, donde aparecen palpitaciones, sudor, sensación de ahogo, temblores producto de un miedo o terror intenso hacia algo. Cuando esta crisis sucede en forma recurrente, puede convertirse en un trastorno de angustia, es decir, en las llamadas crisis de pánico.
Un tratamiento hecho por una persona no entendida en la materia, puede ocasionar que el paciente empeore su estado ansioso o que éste se alargue más de lo debido.
Hoy, dos años después, Micaela asegura que con ayuda profesional, aprendió a comer y a canalizar sus energías en otras cosas. “Descubrí que lo mío era la intolerancia a la frustración y para eso empecé a hacer deporte y en el box encontré la forma de liberar mi ansiedad a través del golpe”.
Aunque no sabe si alguna vez logrará superar la ansiedad definitivamente, reconoce haber aprendido a controlarla “Es un tema de lucha diaria con el que he aprendido a vivir”.
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