Los medios no dejan de anunciar la extensa programación que tienen para cubrir el evento y un buen número de entusiastas tiene planeadas sendas típicas fiestas callejeras durante ese día que ha sido declarado festivo.
Algunos grupos de los extremos opuestos del espectro político, los Musulmanes contra las Cruzadas y la Liga de la Defensa Inglesa, solicitaron permiso para realizar manifestaciones y contra manifestaciones frente a la Abadía de Westminster. Las solicitudes fueron rechazadas, aunque las autoridades ponderan dónde permitir que ejerzan su derecho a la protesta pacífica.
Mientras todos estos ya tienen planeadas sus actividades, hay una parte significativa de la población británica que no está en absoluto interesada en toda la algarabía generada en torno a la boda real, ya sea porque se oponen a la monarquía como una institución o porque no les importa un bledo la unión de una pareja de extraños.
Fiestas republicanas
Según sondeos de opinión, los de tendencia republicana comprenden una quinta parte de la población en el Reino Unido, comparado al 70% que apoya la actual monarquía constitucional.
Esto no significa, sin embargo, que la gran mayoría de los británicos estarán en las calles celebrando y brindando a la salud de los recién casados.
“Lo que cuenta aquí es que será un punto de vista alternativo. Va a ser positivo y divertido”, Graham Smith- activista republicano.
La encuestadora YouGov encontró que, mientras 35% piensan ver la ceremonia por televisión, un número equivalente está determinado a evitarla a toda costa.
Aunque será difícil desentenderse del todo, teniendo en cuenta la abrumadora cobertura que está programada, no es una tarea imposible.
Algunos republicanos y escépticos hastiados con la boda están planeando una serie de festividades para pasar el tiempo, a la vez en que manifiestan su oposición a las celebraciones.
El grupo activista Republic, que aboga por un jefe de Estado electo, estará montando una serie de actividades callejeras en Londres, Manchester, Cardiff y Edimburgo.
En Londres, planeaban montar una animada fiesta en la céntrica y concurrida zona de Covent Garden, pero no recibieron autorización. Ahora lo harán en la cercana plaza Red Lion, con entrenimiento, comida y muchas bandera británicas para desmentir la “falsa imagen” de que los republicanos no son patrióticos.
“Queremos acabar con ese estereotipo”, expresó Graham Smith, representante de la organización. “Lo que cuenta aquí es que será un punto de vista alternativo. Va a ser positivo y divertido”.
Alternativas
No obstante, para los que no les gusta la fiesta y la cobertura del evento se vuelve insoportable, siempre queda la opción de abandonar el país.
En efecto, según otra encuesta de la red social CitySocialising, 18% de la gente tiene planeado un viaje durante esa época.
Puede ser que esa tendencia tiene más que ver con la cantidad de días feriados -cuatro- que enmarcan la fecha, más que con una postura política o simple fatiga nupcial.
Sin embargo, hay antecedentes de éxodo a otras costas que coincidieron con matrimonios reales de alto perfil. En 1981, durante la boda del príncipe Carlos y la princesa Diana, varios destacadas personalidades políticas buscaron refugio en Francia.
Pero otra alternativa para los desinteresados es quedarse en casa, desconectar los teléfonos, no encender la radio ni la televisión ni internet. Leer un libro, escuchar música, hacer crucigramas.
La otra cosa sería seguir como si nada. Hacer lo que uno hace usualmente, sin darle reconocimiento alguno al evento.
A no ser que una fiesta callejera se esté realizando en su vecindario, esa parecería ser la mejor opción para los escépticos.
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