Maquillaje, cabello, vestuario, manicure, accesorios, artículos de escritorio. Los unicornios parecen haberse tomado cada espacio de nuestras vidas.
Es que este amor por estos animalitos de fantasía, que lleva por lo menos dos años desarrollándose en todo el mundo, sigue siendo una de las tendencias más populares entre los millennials.
De hecho, según el sitio InStyle, “la palabra ‘Unicorn’ se mantiene al alza desde abril de 2016, lo que según diversos expertos es un síntoma de la nostalgia que se tiene por esta figura. Un anhelo emocional que se traduce en millones de pesos para las empresas”.
Y agregan que “este llamado momento unicornio es exitoso gracias a la imagen que el mítico animal representa: misterio, magia, belleza y autonomía”, indicando que, por ejemplo, “en Instagram el hashtag #unicorn tiene más de 4 millones 500 mil publicaciones, #unicornmakeup tiene más de 12 mil post, #unicornbrushes más de 17 mil y #unicornhair más de 300 mil”.
Pero, ¿qué nos hace sucumbir frente a estos seres? “Llaman la atención por su brillo, por los colores. Los arcoíris siempre llaman la atención”, dijo a Biut Felicia Morales, destacada maquilladora y estilista, manifestando que “es una tendencia que se ha mantenido porque es algo que siempre va a llamar la atención”.
En tanto, María José Castro, más conocida como Lady Ganga, comentó que “yo siento que nos recuerda cuando éramos chicas. No sé si es como una negación a crecer, algo así como Síndrome de Peter Pan, pero es como ‘ah, aún soy joven, puedo tener algo de unicornio en la oficina’ o en los accesorios, donde se ven súper bien”.
Luisa Verdee, dueña del blog Golden Strokes, indicó por su parte que “no es muy mi estilo, pero sí me gusta que la gente se sienta más libre de jugar con texturas, colores, que es a lo que nos invita esta tendencia”.
Mientras que Jennifer Boldt, cantante y youtuber, señaló que “yo uso mucho esta moda en mi maquillaje, mi vestuario. Me gusta muchísimos los colores, los brillos, lo holográfico”, relatando que “desde niños que alucinamos con personajes de fantasías como éstos. Y, ahora que tenemos poder adquisitivo, podemos comprarnos todo aquello con lo que soñamos cuando éramos pequeños”.
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