Medicina complementaria: ¿Para qué sirve el Biomagnetismo?

Por Biut y Agencias

La medicina complementaria y alternativa describe una amplia variedad de sistemas, prácticas y productos de salud que se alejan de lo tradicional. El National Center for Complementary and Alternative Medicine (NCCAM) cataloga docenas de ellos, desde acupuntura hasta complementación con zinc. Dentro de ellas está el biomagnetismo, disciplina que gana cada vez más adeptos en nuestro país.
 
Pero, ¿qué es el biomagnetismo? Esta terapia se basa en colocar imanes en lugares específicos del cuerpo, para lograr corregir disfunciones, estados emocionales e infecciones provocadas por microorganismos tales como virus, bacterias, hongos y parásitos.

Lo interesante de este método, explica la Dra. Carolina Montero, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Andrés Bello, es que cada patología se identifica con una polaridad negativa y otra positiva. Así, una correcta aplicación de los magnetos, indica la experta, ayuda ha eliminar malestares.

Se estima que nuestro país Chile ocupa el segundo lugar en el mundo después de México, con más de 150 profesionales preparados para dar atenciones clínicas y, entre ellos, alrededor de 25 médicos alópatas que están ejerciendo el Biomagnetismo médico.

Un poco de historia

En la década  de los setenta el Dr. Richard Broeringmeyer de Kentucky USA, descubrió que el uso de imanes podía potenciar de forma más eficiente el  método de diagnostico a través  del  principio “de respuesta muscular inteligente” que fuera descubierto por el Dr. Goodhear en los años sesenta.
 
Pero fue a partir de 1988 que el Dr. Goiz comenzó a desarrollar sus investigaciones con campos magnéticos en la salud, partiendo de los trabajos previos del Dr. Richard Broeringmeyer que le permitieron llegar a descubrir y estructurar su Biomagnetismo Médico que es un Procedimiento Diagnóstico y Terapéutico.

Terapias complementarias


La doctora Montero explica que las terapias complementarias en general no tienen desventajas, no producen daños ni efectos colaterales indeseables, mitigan el dolor y la inflamación, estimulan los tejidos y aceleran la rehabilitación de ciertas patologías. “En pocas sesiones un gran porcentaje de pacientes experimentan rápidas y notables mejorías”, subraya.

Respecto a las dudas que despierta la efectividad de este tipo de terapia, la académica de la UNAB y especialista en anatomía, afirma que “éstas son en general por falta de conocimiento de las terapias y porque existe un gran número de personas que ‘las practica’ de manera poco seria e irresponsable, esto quita credibilidad a los profesionales formados en estas terapias”.

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