Las dietas “flash” no son una solución si durante el año la alimentación estuvo marcada por grasas y dulces, pues así se provocará un deterioro en el metabolismo con combustión de masa muscular y proteínas, dañando la respuesta inmune y provocando mayor vulnerabilidad a cualquier tipo de infección. “Con estas, el organismo pierde mucha agua y la mayoría de la grasa se mantiene, por lo tanto, quedamos más flácidos, siendo vulnerables a engordar en vez de disminuir kilos, produciéndose el efecto rebote”, comenta el doctor Jaime García, nutriólogo de Clínica Avansalud.
Lo que no debemos comer en abundancia
Es determinante elegir bien nuestras comidas y conocer qué alimentos influyen más que otros en la acentuación de la masa corporal. Para esto, se recomiendo evitar:
– Comidas chatarras (papas fritas, hamburguesas, nuggets).
– Bebidas dulces.
– Grasas.
– Alcohol.
La alimentación saludable y la actividad física, entregarán a las personas una mejor calidad de vida. Según el especialista, “el deporte debe iniciarse gradualmente y en forma progresiva, siempre con un previo chequeo médico. En el caso de las personas que sufran sobrepeso u obesidad, el especialista debe rediseñarles un esquema hipocalórico personalizado a cada paciente”.
El agua es un muy buen complemento para mejorar la digestión y el buen funcionamiento del organismo, por lo que el especialista aconseja consumir entre seis y ocho vasos de líquido al día, dependiendo de la actividad física que cada persona realice. Además, para estar en forma, es importante lograr un adecuado ritmo de sueño con las horas de descanso necesarias para recuperarse de las actividades laborales y extraprogramáticas. “Como ejercicios extras para mantener el cuerpo en forma, es recomendable practicar yoga, Tai Chi y meditación, pues son excelentes alternativas para fortalecer la relación mente-cuerpo”, afirma el especialista.
Los nutrientes más importantes: Cuando se toma la decisión de comenzar una dieta, es fundamental que el organismo consuma lácteos, vegetales, frutas, carnes blancas, pescados, legumbres y aceites de buena calidad. Además, las ensaladas pueden ser acompañadas por cualquier variedad de aliño, aceite de oliva y poca sal.
Adelgazantes y laxantes, un peligro para la salud: Se cree que estos medicamentos aceleran la pérdida de peso, pero sólo ayudan a reducir el agua de nuestro organismo. Además, aumentan la actividad y la eliminación de las comidas, provocando un daño innecesario en las personas, pues estimulan la deshidratación del cuerpo que no es capaz de absorber la cantidad de agua que requiere.
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