El aumento de las cesáreas ha ido aumentando en estos últimos 10 años. El Ministerio de Salud publicó las últimas cifras que arrojaron que en el sistema privado, este tipo de intervención llegó a un 50%, pese que en muchos de estos casos las mujeres podrían haber optado por un parto natural sin problemas ¿Qué es lo que está pasando con las mujeres? Pareciera que cada día tenemos más miedo al parto natural, pese a que es algo que vivimos desde nuestros inicios. Aquí indagamos en las raíces de estos miedos.
Según un estudio titulado Miedo al Parto, la ansiedad y el nerviosismo frente al nacimiento de un bebé es algo natural en las mujeres. El informe señaló que el 70% tiene miedo a que el hijo muera en el parto o nazca con malformaciones, y cerca del 35% le teme a un posible desgarro.
El psicólogo de la consulta VALCHAD, José María Arriagada, explica que todas las personas vienen programadas para evitar el sufrimiento, ya que estamos inmersos en una cultura que nos llama a prevenir el dolor. En este caso nos comentó que “la mujer prefiere dar a luz mediante cesárea, porque no existe incertidumbre respecto de las consecuencias que traerá consigo el dar a luz”.
Sin embargo, el ginecólogo obstetra de la CesCh, Christian Thomas Torres afirma que las mujeres le temen tanto al parto normal como a la cesárea y cree que: “las mujeres han hecho un giro a la cesárea porque el costo de sufrimiento anterior fue muy alto. Hoy la mujer tiene una valoración distinta del sacrificio y no quiere sufrir como sus madres o sus abuelas. Conversa con su médico y le pide operarse y ver nacer a su hijo vía cesárea”.
1. Técnicas de relajación: Es recomendable aprender ejercicios de relajación para disminuir el nerviosismo. Hay diversas alternativas, centradas en la respiración, yoga o clases en pareja.
2. Apoyo de la matrona: Es la persona que más te acompaña en la etapa del embarazo y parto. Coméntale tus dudas y miedos. Te dará buenos consejos y podrás confiar en toda su experiencia.
3. Comunicación con tu pareja: No debes ocultar tus miedos, sino que tienes que expresarlos. Tu pareja te escuchará y te calmará. El psicólogo, José María Arriagada, explica que “el apoyo de la pareja será fundamental para que este proceso sea saludable, pues el parto es una parte de esta experiencia”.
4. Cursos de educación maternal: Asistir a ellos te ayudará a resolver las dudas que tengas y a alejar miedos que, en muchos casos, son infundados. Conocerás el proceso, las técnicas de relajación, y cómo enfrentar este gran paso.
5.Conoce las experiencias de otras mujeres: No escuches historias de partos con complicaciones, ni mucho menos andes buscando en Google, pues lo más probable es que te encuentres con casos grotescos y terribles, que son la minoría. Es mucho mejor apoyarte en personas conocidas, que te quieren y que han vivido la experiencia del parto natural. El psicólogo asegura que “puede ser un familiar, madre, tía o amiga, que pueda detallar su experiencia con todos los detalles que la consultante quiera conocer, disminuirá la incertidumbre, pues permite contrastar los sentimientos y pensamientos asociados al miedo, con la realidad”.
6. No seas paranoica: Debes ser positiva durante el embarazo. Según el doctor Arriagada, sólo el 3% de los bebés nacen con algún problema.
7. Infórmate y resuelve dudas sobre la anestesia epidural: Su efecto dura dos horas, alivia el dolor en la parte inferior de nuestro cuerpo y evita la necesidad de otra anestesia. Sin embargo, puede provocar dolores de cabeza, náuseas y mareos.
8.Trabajo de estimulación: El psicólogo aconseja compartir con el bebé antes que nazca, hablarle para que reconozca la voz de sus padres, poner música, estimular el tacto con presión manual y con el agua de la ducha. Asegura que esto “favorecerá la relación de apego de este nuevo ser con sus cuidadores, además de permitir a la madre atender al embarazo en su totalidad y no parcialmente”.
Por último, el ginecólogo recomienda que cada mujer debe decidir de qué manera quiere ver nacer a su hijo y es por eso que “los equipos de salud estamos para ayudar en este proceso y no para obligar a una u otra cosa o vía de parto. Debemos respetar lo que la mujer decide, en base a sus experiencias, temores y recursos”.
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