Un duro golpe recibieron ayer los miembros del elenco y los fanáticos de la exitosa serie musical, Glee. Uno de sus protagonistas, Cory Monteith fue hallado muerto en un hotel de Vancouver, mientras pasaba unos días de descanso en su natal Canadá. El joven que interpretaba al mariscal de campo Finn Hudson había contado abiertamente que desde los 13 años tenía problemas con las drogas, sin embargo en abril pasado había entrado en rehabilitación, por lo que las causas de su deceso aún no se esclarecen, sin embargo, el caso sigue conmoviendo por lo repentino.
Pero el actor y baterista del exitoso programa no es el único que ha sorprendido con su partida, pues una larga lista de músicos y actores también han sido víctimas de sus adicciones y de las vueltas del destino. A continuación, recordamos algunas de las muertes más extrañas de jóvenes que nos dejaron en el mejor momento de su carrera.
Britany Murphy
A esta actriz la conocimos como una pelirroja rellenita en la película noventera Clueless. Luego de esto, Britany cambió su look de forma radical y se convirtió en una sexy rubia que llamó la atención de la crítica con sus películas Just married, Uptown girls, Sin city, entre otras. Murphy también incursionó en la música, pero repentinamente, el 20 de diciembre de 2009, falleció a los 32 años en su departamento en Los Angeles. Según informes la causa habría sido una neumonía y anemia, que podrían haber sido provocadas por la presencia de hongos tóxicos en su hogar.
River Phoenix
Era el mayor del clan de los hermanos Phoenix y desde pequeño dio que hablar por su indiscutible talento ante las cámaras. Partió en series de televisión para la familia y luego dio un salto al cine con la cinta Explorers. Más adelante tuvo otros roles juveniles en Stand by me, La costa de los mosquitos, y luego en Runnig of empty e Indiana Jones y la última cruzada, donde interpretó al hijo de Harrison Ford.
La popularidad de River crecía y crecía e incluso fue nominado a un Oscar como mejor actor de reparto y siempre fue un ferviente defensor de los derechos de los animales. Sin embargo, el destino quiso truncar su brillante carrera: el 31 de octubre de 1993, cuando se estaba preparando para tocar junto a Flea, miembro de los Red Hot Chili Peppers en el club Viper Room -propiedad en aquel entonces de Johnny Depp- el rubio actor fue al baño y consumió heroína con cocaína. Esta mezcla lo llevó a la muerte esa madrugada, cuando sólo tenía 23 años. El joven se marchaba dejando muchas ofertas de papeles en películas que luego fueron muy exitosas, como Entrevista con un vampiro y Titanic.
Heath Ledger
Luego de un tiempo haciendo series y películas pequeñas en su tierra natal, este australiano cruzó el océano y se instaló en Estados Unidos para probar suerte como actor. El patriota, A knihght’s tale, la recordada Brokeback mountain y The dark knight, donde interpretó al “Guasón”, fueron los trabajos que lanzaron a Ledger al estrellato y que le dieron fama mundial. Pero el éxito que tenía no lo estaban haciendo feliz; el 22 de enero de 2008 el intérprete de 28 años fue encontrado muerto en su departamento en Manhattan. El actor había ingerido un exceso de tranquilizantes que le quitaron la vida, meses después de terminar su relación con la también actriz Michelle Williams, con quien tuvo una hija.
James Dean
Representó a toda una generación de rebeldes e intransigentes del Estados Unidos de los años 50. Amado por las chicas y la crítica de la época, este actor sabía cómo cautivar a su público, sólo utilizando su mirada. Mientras trabajaba en Gigante, Dean compró un Porsche Spyder 550, que bautizó como “Little Bastard”, con el que grabó una campaña publicitaria para crear conciencia entre los conductores de la época para que tomaran precaucione para hacerlo. Ironía del destino o no, dos semanas después, el 30 de septiembre de 1955, el protagonista de Rebelde sin causa chocó frontalmente a otro auto, cuando conducía junto a su mecánico. El actor murió de forma instantánea debido al impacto, cuando sólo tenía 24 años.
Brandon Lee
Siguió el mismo camino que su padre, el mítico Bruce Lee. La actuación y las artes marciales eran su pasión, por lo mismo su hijo siguió la tradición y optó por este tipo de filmes cuando se lo ofrecieron: Kung Fu y Little Tokyo fueron las películas que lo hicieron conocido, sin embargo su última participación en este género lo sacaría de las pistas.
El 31 de marzo de 1993, cuando se encontraba rodando la película El cuervo, Brandon recibió un disparo accidental en el abdomen de un revólver calibre 44, siendo que para esa escena se debía utilizar un arma de fogueo. El heredero Lee falleció a los 28 años, dos semanas antes de contraer matrimonio con su novia Eliza Hutton. Tras esto, la cinta tuvo que ser terminada con efectos digitales y dobles de cuerpo.
Ritchie Valens y Buddy Holly
La carrera de Ritchie Valens fue corta, pero muy exitosa. Este joven cantante estadounidense, de origen mexicano alcanzó la fama de forma meteórica, gracias a su pegajoso éxito, La Bamba, que hizo bailar a toda una generación loca por divertirse. Su popularidad lo llevó a formar parte del “Winter Dance Party”, una gira de grandes estrellas del rock and roll que se hizo en 1959 por el medio oeste americano.
En la mitad de la gira, la calefacción del bus que llevaba a los artistas se echó a perder, por eso a otro de los cantantes, Buddy Holly (22 años), se le ocurrió arrendar una avioneta que los llevara más rápido a Clear lake en Iowa. Por cosas del destino, el sorteo para viajar en uno de los asientos lo ganó Valens (17 años), quien también subió al avión que cayó poco después de despegar. Todos los tripulantes murieron de forma inmediata.
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