Cuando nos enamoramos de verdad, muchas mujeres somos capaces de hacer cualquier sacrificio para estar con esa persona y algunas veces eso puede involucrar incluso dejar de lado sueños personales que siempre habíamos tenido. Esto es lo que pasó con Cressida Bonas, la actual novia del príncipe Harry de Inglaterra, quien abandonó sus estudios de danza en la Universidad de Leeds para centrarse en la relación que mantiene con el hijo menor de la fallecida Diana de Gales.
El príncipe Harry y Cressida Bonas son novios hace cerca de un año.
Según consigna Daily Mail, la socialité de 24 años cambió su pasión por el baile para trabajar en una compañía aérea, cuyas oficinas están en Londres. Eso le haría estar más cerca de su novio y también tener una profesión más acorde al perfil que busca la Familia Real para la próxima nuera, pues según algunos medios británicas, Bonas se casaría con el príncipe colorín el próximo año.
Pero la futura mujer de Harry no es la única que ha hecho sacrificios por amor. Aquí te mostramos a otras profesionales que dejaron todo para seguir a sus hombres de la realeza.
Grace Kelly
Era una de las actrices más adoradas de Hollywood y una de las musas favorita de Alfred Hitchcok. La joven actriz tenía talento de sobra para seguir cultivando su futuro en la industria del cine, sin embargo el amor la hizo cambiar su rumbo y privilegiar el corazón. A los 27 años se casó con el príncipe Rainiero y dejó las películas para convertirse en la princesa de Mónaco.
Letizia Ortiz
Era una de las periodistas más reconocidas de su natal España y que por muchos años marcó pauta en la televisión hispana. Sin embargo esta comunicadora escondía un gran secreto que ningún medio sabía: era novia del príncipe Felipe de Borbón. Una semana antes del compromiso la Casa Real española hizo pública la noticia y luego de esto Letizia abandonó su trabajo para seguir a su nuevo marido y formar una familia.
Máxima de Holanda
Esta trasandina era una destacada mujer de negocios cuando conoció al príncipe Guillermo de Holanda. Su carrera fue ascendente; partió estudiando economía en Argentina, se desempeñó en varias instituciones bancarias en su país natal y luego partió a Nueva York a ocupar puestos importantes en el Banco HSBC James Capel Inc y en el Deutsche Bank. Durante su periodo trabajando en la bolsa se enamoró del Rey de Holanda y el cariño fue tal que estuvo dispuesta a postergar su profesión para seguirlo a los Países Bajos.
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