Las altas temperaturas, la ropa ligera y la vida nocturna son algunas de las cosas que hacen que el verano sea la época perfecta para iniciar romances o al menos tener encuentros esporádicos. Así lo confirma una encuesta hecha por el portal de infieles AshleyMadison.com, que detectó que muchas de las chilenas que se quedan como “viudas de verano”, es decir, solas en la ciudad, mientras sus parejas se van de vacaciones con los niños, quieren tener aventuras.
“Aunque para algunos parezca sorprendente, este cambio de conducta femenino es un ejemplo de cómo ellas quieren la seguridad de tener un amante sin ser descubiertas, de experimentar el placer sin culpas, porque es sólo de ellas. A esto se debe el aumento de mujeres inscritas en nuestra página, que es 100% confidencial”, asegura Francisco Goic, country manager del sitio.
Según la misma encuesta, el 30% de estas mujeres tiene una cita con su amante y el 33% de ellas busca uno con la idea de experimentar placer y no ser descubierta. Es decir, el 63% de las encuestadas aseguró tener en vista un “patas negras” para la temporada estival.
En tanto, de las 1.987 usuarias encuestadas, de un promedio de edad de 32 años, el 26% de ellas aseguró que sale con sus amigas y sólo el 11% se queda en casa viendo las películas románticas.
Las cosas que más les gustan a las “viudas de verano”
Este verano son las chicas son las que prometen pasarlo bien; de hecho, un 49% de ellas asegura que lo mejor de ser quedarse en casa, mientras sus hombres toman un break es poder ver a su amante; un 38%, dice que le gusta porque pueden juntarse para un happy hour con sus amigas; un 10% dice que les gusta este estado porque no deben atender al marido, mientras que a un 3% le agrada porque que no deben cuidar a los niños.
¿Qué hacen con sus amantes?
El hecho de dejar por unos días el rutinario rol de esposas y madres es uno de los principales incentivos para que las chilenas se organicen para salir con sus amantes. El 45% de ellas señala que el panorama ideal de una viuda de verano y su amante es ir a un motel; un 37% ir a bailar; un 12% ir al cine y un 6% ir a comer.
“Las viudas de verano se han dado cierta permisividad para pasarlo bien, armar panoramas propios y tener aventuras fugaces, mientras sus esposos pasean con sus hijos en las vacaciones. El permitirse una ‘canita al aire’ viene a confirmar que la infidelidad femenina está en aumento y que las mujeres no buscan relaciones más permanentes sino más pasajeras”, concluye Goic.
COMENTAR