“Si la actividad física que hago es muy intensa, me da más hambre y como más”. Ese es el pensamiento más común entre la mayoría de las personas que comienzan a tener una actividad física más seguida e intensa.
Sin embargo, el sitio argentino Entre Mujeres publicó que hay algunos estudios que indicarían lo contrario. El ejercicio físico fuerte disminuiría el apetito en las personas. Revisa a continuación lo que revelaron estos trabajos.
El ejercicio físico intenso parece disminuir el apetito
Investigadores de la Universidad de Western Australia, hicieron una investigación que fue publicada en The International Journal of Obesity, donde compararon los efectos del ejercicio leve versus el exhaustivo y su posterior efecto en las ganas de comer.
Lo que reveló el trabajo, fue que quienes hacen una actividad liviana luego comen más que quienes se mueven más intensamente.
De acuerdo a los análisis realizados a los voluntarios, los que realizaron una actividad física más intensa presentaron niveles menores de la hormona grelina, la cual estimula el apetito. Además, mostraron niveles altos de azúcar en la sangre y lactato arterial, lo que reduce el deseo de comer.
La bicicleta ayudaría a ingerir menos comida
Otro estudio publicado en la revista PLoS One, llegó a la conclusión de que al hacer bicicleta fija, se ingiere una menor cantidad de comida y se consume un 10% menos de calorías que después de haber realizado actividad física moderada.
Si quieres practicar este tipo de entrenamiento puede ser realizado en bicicleta o trotando. Las máquinas como la elíptica o el trabajo de sobrecarga con pesas también sirven.
La doctora Patricia Sangenis, médica cardióloga especialista en medicina del deporte, señaló para el sitio femenino de El Clarín que “el aumento de la intensidad de los intervalos debe ser progresivo. De esta forma preparas para el esfuerzo al aparato cardiovascular y a las articulaciones”.
Esto le pasa a tu cuerpo si consumes menos calorías de las necesarias – Biut.cl
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