Sabemos que una de las cosas más importantes para bajar de peso es la constancia. Es que no es fácil embarcarse en una dieta o plan de ejercicios y mantenerlo en el tiempo, sin tener ganas de dejar todo abandonado cuando nos da hambre o tenemos un panorama más entretenido que no poder comer.
Bajo esa premisa, hay que tener claro que, para comenzar cualquier régimen hay que comprometerse al cien, ya que la idea es que no sólo sea una transformación de momento, sino que se mantenga en el tiempo y realmente nos haga cambiar el switch a tener una alimentación saludable y una vida más activa.
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Pensando en eso, decidimos atrevernos a probar uno de los planes alimenticios que en el último tiempo se han puesto de moda, sobre todo entre varias famosas que exhiben sus resultados en redes sociales: Equilibrio Vital.
¿De qué se trata este sistema? ¿Cómo se realiza? Acá te contamos todo sobre esta dieta y nuestra experiencia con ella.
Lo primero: desintoxicarse
El plan Equilibrio Vital nace en la clínica Terré, de la mano de su director Fernando Terré y dos nutricionistas: Catalina Silva y Luciana Matos, quienes se encargan de ir monitoreando semana a semana a los pacientes que llegan buscando bajar esos kilitos demás.
Se basa en la medicina ortomolecular, que busca lograr el bienestar óptimo. ¿Y, cómo parte? Con una semana de desintoxicación, donde tienes que dejar hasta el agua de la llave, ya que ésta contiene varios metales pesados que impiden que el cuerpo se limpie.
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Así, la partida detox incluye batidos verdes en la mañana, los que debes hacer con dos verduras verdes y una fruta, que puede ser piña, arándanos o una manzana verde pequeña. Todo hecho con agua purificada y a los que debes agregarle stevia y una proteína que te entregan las mismas especialistas.
A media mañana debes consumir un yogur light o un puñado de almendras, para luego almorzar 100 gramos de proteína (pollo, pavo o pescado) más verduras verdes tipo kale, espinaca, lechuga y rúcula.
La colación vuelve a ser un lácteo, mientras que la cena puede ser igual al almuerzo o una papilla hecha con los mismos cien gramos de proteína y verduras verdes como zapallo italiano, pimentón o acelga.
¿La experiencia? Los dos primeros días no fueron fáciles. Obviamente el hambre se hace presente, ya que uno está acostumbrado a consumir un poco más de alimentos al día. Además, no es nada de simple hacerse el tiempo para armar los batidos mañaneros y las papillas nocturnas, junto con sortear la vida social, donde es difícil abstenerse de las cosas fuera de la minuta.
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Sin embargo, luego de ponerle todas las ganas, los resultados son estimulantes, ya que sólo en esa primera semana cuatro kilos fueron los perdidos. Una motivación suficiente para seguir adelante.
Agregando más alimentos
La idea del Equilibrio Vital es que cada semana vayas agregando diversos alimentos a tu dieta para que, cuando termines el proceso, que dura cuatro meses en total, termines comiendo mucho más saludable y de todo un poco.
Así, la segunda semana, por ejemplo, se agregan al plan más frutas y tipos de colaciones, que pueden ser desde tres rodajas de jamón de pavo, un trozo de quesillo hasta algunos postres bajos en calorías que puedes preparar en casa, y de los que puedes aprender las recetas en dinámicos talleres que se dictan en el mismo centro médico.
Además, las verduras dejan de ser sólo verdes, y puedes empezar a consumir palmitos, alcachofas y champiñones como acompañamiento, además de bebidas light para acompañar tus comidas.
Vale Ortega es una de las famosas que cambió su cuerpo y alimentación gracias a este plan. Imagen: La Cuarta.
Una situación que logra que sigas perdiendo peso sin sentir hambre, ya que las colaciones son más contundentes, (debo decir que con los tres trozos de jamón quedaba estupendo), y que hace que la dieta sea más llevadera, incluso pudiendo consumir algún tipo de picoteo sanito cuando sales con tus amigos.
Imagínate que puedes armar, por ejemplo, una tabla con jamón de pavo y palitos de apio, acompañados de una salsa de yogur natural y ciboulette. ¿Nada mal, no?
Conclusiones
Después de un mes y medio de probar el tratamiento, y perder ocho kilos, algunas de las conclusiones que sacamos son las siguientes:
Ordenarse es la clave.
Comer cinco veces al día, como propone el plan, ayuda a que tu metabolismo se active y efectivamente pierdas peso. Eso sí, debo decir que no fue fácil lograr este punto ya que, como a todos, a veces se me hace difícil respetar los horarios y paso de largo sin ingerir alimentos, para luego comérmelo todo. ¿Cómo lo hice? Un tip: anda siempre con colaciones saludables en tu cartera. Por ejemplo, si tienes que cenar y estás fuera de tu casa, o en un taco, lo mejor es tener una leche en cajita en la cartera. Mejor reemplazo imposible.
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El deporte es fundamental.
Debes sí o sí complementar el programa con algún tipo de deporte, ya que no sólo te ayudará a tonificarte, sino también a sentirte cada vez mejor con tu cuerpo. A mí igual me costó este punto, ya que la vida demasiado activa de periodista generó que, muchas veces, no tuviera tiempo para hacer ejercicio. Sinceramente pienso que, de haber entrenado más, más habrían sido los kilitos menos.
Las porciones son el secreto.
La idea de Equilibrio Vital es que, al terminar los cuatro meses de tratamiento total, puedas volver a comer de todo, pero en porciones mucho más pequeñas y saludables. Así, podrás retomar esos ricos platos que te gustan pero teniendo total conciencia de que no debes excederte y cocinarlos con ingredientes más sanos. Al final de este vivencial, debo decir que sí tomé conciencia de cuánto comía, ya que fácilmente podía consumir un plato y medio a la hora de almuerzo. ¿Qué aprendí? Que ya no necesito comer tanto, sino más veces, por lo que mis porciones sí se redujeron.
Hay cosas que sí o sí debes desterrar.
El azúcar refinada, la fritanga en exceso, las masas sin control o prácticas como pasar mucho tiempo sin comer, sólo atentan contra tu organismo, haciendo que acumules esa grasa indeseada que tan mal te pone. Hoy, debo decir que consumo muchas menos golosinas que antes, aprendí a almorzar con agua y no con bebida, lo que no quiere decir que de vez en cuando no me tome una, e intento siempre comer a mis horas (y cuando no lo hago me siento muy culpable).
El cambio de Ale Valle no sólo fue físico, sino también en su estilo de vida. Imagen: La Cuarta.
Dato Biut
Si quieres saber más de qué se trata este plan que ha hecho bajar de peso a varias famosillas de nuestro espectáculo, como Alejandra Valle, Valeria Ortega, Laura Prieto o la notera de Primer Plano, Constanza Ganem, puedes visitar la web de Clínica Terré o llamar al +56962364975.
Dietas saludables: Las nuevas tendencias en alimentación del 2016 – Biut.cl
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