Cine: Estrenos de la semana

Por Biut y Agencias

Te invitamos a conocer los estrenos disponibles entre la semana del 20 al 27 de octubre de 2011.

Actividad Paranormal 3
Crítica po Alejandro Alaluf

California, 1988. Una familia comienza a percibir extraños ruidos y movimientos en su hogar. Particularmente, son dos hermanas pequeñas las que logran “interactuar” con una fantasmagórica entidad que claramente no tiene muy buenas intenciones. El novio de la madre, un video aficionado, comienza a grabar los sucesos de la casa a través de cámaras caseras, lo que develará horribles resultados. La saga Actividad paranormal ha logrado establecerse a punta de micro presupuestos, sencillas puestas en escena, creatividad y, por cierto, una bolsa de sustos. En sus tres películas, los resultados han sido irregulares, pero ha sabido capitalizar la oferta de terror en el público. Al igual que las entregas anteriores, la película establece un suspenso in crescendo y la familia es testigo de los hechos paranormales sólo desde la perspectiva de la grabación de las cámaras. La vuelta de tuerca es que esta tercera parte indaga en los orígenes del fenómeno, donde se conjugan sectas y evocaciones demoníacas. Pero también, la dupla de directores le otorga un ritmo más ágil y entretenido, además de un puñado de buenos sustos, especialmente a partir de una cámara de video montada sobre la base de un ventilador. Esta registra uno de los momentos cinematográficos más terroríficos del año.

FICHA TECNICA


Dirección: Ariel Shulman & Henry Joost.
Protagonistas: Kathy Featherstone, Sprague Grayden, Brian Boland.
Género: Terror.
Clasificación: Mayores de 14.
Duración: 84 min.
Origen: EE.UU., 2011.

Glee 3D
Crítica por Daniel Villalobos

La serie Glee trata sobre chicos marginados por sus compañeros, que encuentran afecto y valor en el club artístico del colegio. Glee 3D es el registro de un concierto que las estrellas de la serie ofrecen a un público fervoroso e incondicional. La producción es espectacular, la cámara es dinámica y algunos testimonios de fans son de veras emotivos.

Sin embargo, siendo la idea original la defensa del genio oculto tras la timidez, Glee 3D es, paradójicamente, una celebración de la mediocridad. Que los muchachos arriba del escenario sean talentosos o no es irrelevante para el caso: todos interpretan a personajes talentosos, y eso es lo que importa.

Como un cruce entre un show de dobles y La Cúpula del Trueno de Mad Max, Glee 3D es un salto al vacío de la doble repetición y el reflejo: es el registro de un show en vivo inspirado por una serie cuyos héroes cantan éxitos ajenos. Es la glorificación de la copia y de la imitación presentada como arte. Seguro, es una delicia para los fanáticos. Pero además tiene un aire ominoso a publicidad de producto disfrazada de película.

FICHA TECNICA


Dirección: Kevin Tancharoen
Protagonistas: Cory Monteith, Dianna Agron
Clasificación: T.E.
Duración: 84 minutos.
Origen: EE.UU.

No me quites a mi novio
Crítica por René Martín

Si en la vida andas en búsqueda de la originalidad, las comedias románticas no son un buen lugar para partir. Por supuesto que hay excepciones, como la próxima a estrenarse Damas en guerra, pero hay también las que se encargan de transitar por cada lugar común del género, como es el caso de No me quites a mi novio. Rachel y Darcy son amigas. La primera es una chica buena onda que siempre se ha visto opacada por la extrovertida personalidad de Darcy. Tanto es así, que el destino y un guión forzado han querido que Darcy esté a punto de casarse con Dex, el amor de toda la vida de Rachel.

El mayor pecado que puede cometer una película es presentar un grupo de personajes poco atractivos. Ginnifer Goodwin (Rachel) y Colin Egglesfield (Dex) demuestran su falta de encanto y química en cada una de sus escenas, mientras que Kate Hudson (Darcy) exhibe sus dotes de comedia en un personaje tan desagradable y egocéntrico, que no importa lo bien que pueda estar, nunca queremos pasar mucho tiempo con ella. El director, Luke Greenfield (La chica de al lado), se extravía en una historia rebosante de situaciones trilladas. Añade un grupo de personajes secundarios, a los que nunca saca provecho, haciendo que todo el desbarajuste aumente de tamaño.

FICHA TECNICA


Dirección: Luke Greenfield
Protagonistas: Ginnifer Goodwin, Colin Egglesfield, Kate Hudson.
Género: Comedia.
Clasificación: T.E.
Duración: 112 min.
Origen:EE.UU., 2011.

Misterios de Lisboa
Crítica por Gonzalo Maza

Cuando se exhibió el año pasado en el Festival de San Sebastián, y fue recibida como la obra maestra que es, por un momento Misterios de Lisboa se entendió en el mundo del cine como el testamento fílmico de Raúl Ruiz. Tengo que confesar que esta idea me pareció perturbadora la primera vez que la escuché. Debido a que la filmó muy enfermo y se dudó que incluso llegaría a terminarla, para muchos su estreno implicaba un triunfo sobre la esquiva muerte, esa que estaba presente en cada una de sus películas pero que, incluso en los peores momentos, quizás por su lucidez y su infatigable capacidad de crear, a todos los ruizianos siempre nos pareció una posibilidad lejana, irreal, impensable.

Hoy, tal como los relojes de los soldados que se pierden en la guerra, Misterios de Lisboa es un artefacto fascinante que encarna el fin máximo del cine: transciende a los vivos. Pero a pesar de su metraje extenso (266 minutos, que en Chile se exhibirá en salas dividido en dos partes), no hay en ella ampulosidad ni exceso ni ostracismo: es una película generosa, accesible a cualquier espectador que quiera sumergirse en ella e intente explicársela luego de verla. Como bien lo puso algún amigo nada cinéfilo que pudo verla: “Es tan entretenida y rara como ver una fusión de un capítulo de Lost con una teleserie brasilera de época”.

El comentario podrá ser pedestre pero no es superficial: Misterios de Lisboa se trata, como muchas películas de Ruiz, pero también como muchos folletines, de un enigma de identidad. En este caso, de un muchacho de 14 años llamado Joao, sin apellido, que gracias a las gestiones del sacerdote que lo cuidó toda su vida, ahora está preparado para conocer su orígenes. Viajar en el espacio es también moverse en el tiempo, hacia un pasado tabú, que en su caso involucra a una condesa, un déspota conde y una galería de personajes dobles (que se llaman de una manera pero que después son los mismos), donde cada momento es de una intensidad emotiva sólo comparable a la del señor Rubio (Ignacio Agüero) en Días de campo: la suya es la empresa de un huacho buscando respuestas.

Muchas veces en entrevistas, Ruiz bromeaba con la idea de que su cine no era “fácil”. “¿Para qué hacerlo fácil si se puede hacer difícil?”, dijo más de una vez. En rizar el rizo, espesar la narrativa, aglutinar referentes siempre fue un prodigio, un jugador de escondidas, porque todo tesoro necesita ser buscado para ser tesoro. En Misterios de Lisboa Ruiz decidió liberar a los espectadores de esa tarea. Esta vez, su cámara (que vuela, se distorsiona, atraviesa puertas y espejos) es el arma desnuda de un perseguidor. En una de las secuencias más fascinantes de la cinta, cuando el Conde conoce a la futura Condesa en un baile, la persecución dura un plano secuencia de casi seis minutos.

Reside en esta incansable búsqueda, la misma que tantos personajes de Ruiz emprendieron en tantas películas, la misma en que tantas veces dio por triunfo el extravío y por meta la nada, el deseo más perpetuo de cine, y aquello que en definitiva lo elevó a Ruiz al rango de maestro de su disciplina: despegar a la emoción de la conciencia, y sumergirse en la aventura de hacerlo una y otra vez hasta el fin de los tiempos.

Misterios de Lisboa podría leerse como una fusión de Lost con una teleserie brasilera de época.

FICHA TECNICA


Dirección: Raúl Ruiz.
Protagonistas: Adriano Luz, Maria João Bastos, Ricardo Pereira.
Género: Drama
Clasificación: T.E. + 7
Duración: 126 min. (primera parte), 266 min. (total)
Origen: Portugal, Francia, 2010.

Revisa el making off de la película

Locas mujeres
Crítica por: Pablo Marín

En noviembre de 2006 falleció Donis Dana, la albacea de Gabriela Mistral. Tras su muerte, el abundante material escrito, sonoro y visual de la Nobel chilena pudo conocerse tras medio siglo embodegado. Y tamaña caja de Pandora ha autorizado nuevas miradas a su vida, donde un aspecto saliente es la relación entre la poeta y la gringa tres décadas menor: en 2004, Dana rechazaba que se hablara de una relación sentimental entre ambas, declaración que se torna surreal al escucharla comentándole a Mistral, en un audio de 1955, que llevan “siete años juntas”. El registro forma parte de Locas mujeres, documental de María Elena Wood, que es menos una “exclusiva” mistraliana que la posibilidad de acercarse a estos personajes desde un medio que ofrece ventajas expositivas impagables. Que entra en las minucias de la relación, desde el encuentro en el Barnard College hasta la vida compartida en Long Island, y la conecta con el dolor por el suicidio de Yin Yin, el sobrino/hijo de Gabriela, así como con la vida de Doris Atkinson, sobrina de Dana. Que el tratamiento audiovisual tribute al docurreportaje televisivo no es de extrañar, con TVN detrás. Pero el mundo que aquí se abre se plantea con la distancia y el respeto suficientes para informar, iluminar y hasta conmover.

FICHA TECNICA


Dirección: María Elena Wood
Clasificación: Todo espectador
Duración: 73 minutos.
Origen: Chile, 2010

ANUNCIOS

COMENTAR

Se prohíbe expresamente la reproducción o copia de los contenidos de este sitio sin el expreso consentimiento del Grupo Copesa.
Grupo Copesa