Durante un proceso de selección de personal, los encargados de elegir al postulante al cargo tienen que ver decenas o cientos de currículum antes de concertar las entrevistas, por lo que es importante destacar cuando se esté frente al evaluador.
La Gerente General de Prescal, Fadua Gajardo, entrega importantes consejos a la hora de acudir a una entrevista laboral, donde la primera impresión es clave para lograr una empatía con el entrevistador y así poder acceder a un segundo llamado o, incluso, lograr el puesto al que está optando.
• La higiene y presentación personal son vitales. Una persona que llega desordenada o con alguna de sus prendas sucias o en mal estado reflejará poco interés en su persona, por lo que causará una mala impresión.
• No utilizar ropa extravagante o con colores muy llamativos. Siempre es mejor vestir con tonos sobrios. En el hombre es recomendable utilizar un pantalón y camisa cómoda, mientras que la mujer jamás debe llegar con prendas muy cortas o escotadas ni con exceso de joyas o maquillaje.
• Llegar atrasado o muy temprano también puede perjudicarlo. Es recomendable llegar sólo unos minutos antes y así también bajar el nivel de ansiedad, que lo puede llevar a cometer errores sólo por el hecho de estar agitado.
• Jamás sentarse antes que el entrevistado o al borde de la mesa. Es mejor preguntar dónde debe ubicarse y no terminar, sin querer, sentado en el puesto de quien lo evaluará. Además, la actitud debe ser relajada, segura, pero sin descuidar sus gestos.
• No reconocer las fortalezas y debilidades puede dejarlo fuera del proceso de selección. El postulante debe conocer su historia laboral y cuáles fueron sus objetivos en la empresa, además de lo que hizo bien y mal en ella.
• No conocer la empresa o el cargo al que está postulando. Es fundamental saber qué hace la compañía, su giro o rubro, competencia, entre otros, además de cuáles serían sus responsabilidades, ya que con eso no sólo demostrará interés, sino preocupación y compromiso.
• No interrumpir las peguntas que le hacen o quedarse callado por un tiempo prolongado. Ser reflexivo es importante en una entrevista, por lo que es mejor pensar antes de contestar y dejar de lado la impulsividad.
• No referirse en malos términos a su trabajo anterior, jefe o compañeros de labores. Esta respuesta generalmente aparece cuando se consulta por qué dejó su antiguo empleo o por qué se quiere cambiar. Lo mejor es ser ‘políticamente correcto’ y no caer en desatinos que lo pueden llevar a ser descartado.
Quien postula a un empleo debe tener claro que hay otros cientos de interesados en él, por lo que siempre es bueno recalcar su interés de pertenecer a la empresa, la búsqueda de nuevas experiencias profesionales y las ganas de enfrentarse a nuevos desafíos y responsabilidades.
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