Cuando nos enamoramos todo es risas y sonrisas. El sol brilla más que nunca, se van los problemas y hasta la tarea más complicada se puede hacer con buena disposición si se tiene en mente a la persona amada. Y no se trata sólo de un estado anímico que afecta a unos pocos: estudios científicos han demostrado que tanto para hombres como para mujeres, enamorarse trae beneficios tanto en el aspecto físico como psicológico.
Los síntomas más típicos del enamoramiento
–Las personas más sensibles reaccionan con sudoración, pulso acelerado, tartamudeo, aumento de la presión arterial, latidos fuertes, dolor o ansiedad en el estómago.
–Idealización de la persona.
–Admiración de la persona.
–Atribución de cualidades positivas evitando las críticas.
–Necesidad de estar con la persona.
–Agradar a la persona amada se convierte en la mayor ilusión.
–La ansiedad da la idea de un paso del tiempo más lento y, la alegría, de un paso más rápido.
–Todo recuerda a la persona amada.
–Ansiedad de estar junto a ésta y al estarlo, no querer separarse.
Efectos del enamoramiento
Según explica Alejandra Yarmuch, psicóloga de Clínica Avansalud, enamorarse causa efectos positivos en el estado de ánimo y un bienestar general en las personas. Esto, “debido a que se estimula la secreción de endorfinas, que son sustancias excitantes que proporcionan bienestar y que son capaces de mejorar los estados de depresión y ansiedad”.
En cuanto a la salud, el amor ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, previene el envejecimiento prematuro, favorece la digestión y activa la circulación sanguínea. Es más, el aspecto externo de la persona mejora favorablemente y no es raro que familiares y compañeros de trabajo noten la diferencia y hagan bromas al respecto, queriendo saber qué nos pasa que nos vemos tan bien.
Desde el punto de vista psicológico, el enamoramiento es capaz de activar y estimular algunas áreas del cerebro, “lo que provoca que las personas enamoradas tengan otra actitud frente a la vida, ya que al sentirse queridas, el amor, la seguridad y la confianza hacia uno mismo crecen”, explica Yarmuch.
Como consecuencia de lo anterior, “al sentirnos más seguros podemos enfrentar las tareas cotidianas de mejor manera y solucionar problemas con mayor facilidad”, asegura la especialista.
Cómo opera el enamoramiento
El proceso de enamoramiento suele comenzar con una atracción física inicial hacia otra persona. A continuación, se potencia con una atracción personal, y se dispara definitivamente cuando se presenta un conocimiento o sospecha de que existe reciprocidad en la atracción (que esa persona se siente también atraída física y personalmente hacia nosotros).
Los científicos apuntan a que el amor, por lo menos en sus primeras fases, se abastece fundamentalmente de química. Al sabernos enamorados -explica la psicóloga de Clínica Avansalud- “estamos en un estado de alerta propiciado por sustancias producidas por el cerebro que son de la familia de las anfetaminas. Estas secreciones se combinan con otras como la dopamina, que es el neurotransmisor responsable de los mecanismos de refuerzo del cerebro. Todas ellas hacen que los enamorados puedan permanecer horas enteras conversando, sin sensación alguna de cansancio o sueño, lo cual puede ser replicado en otras actividades de la vida cotidiana”.
Se estima que la primera fase de enamoramiento puede extenderse de 3 meses a 1 año, ello dependerá de cada persona y la relación que construya. De todas maneras, los beneficios operan para todos y lo mejor que se puede hacer es aprovecharlos y así mejorar la salud física y mental.
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