Un gran número de nosotras no ha encontrado aún al hombre de nuestros sueños o terminamos quizás una linda relación hace poco tiempo. Estamos solteras, pero podemos sacarle mucho partido a nuestra soltería, disfrutando de ella, pasándolo bien y, además, aclarando lo que queremos para nuestra vida y lo que esperamos de nuestra próxima relación amorosa, de esto conversamos con la sicóloga de parejas, María Isidora Serrano.
“Es tan bueno estar soltero como estar en pareja”, explica la sicóloga, María Isidora Serrano.
¿Es éste un buen momento para pensar en el amor y lo que esperamos de él en un futuro?
Podemos reflexionar sobre cómo nos planteamos frente al amor, y cómo lo experimentamos en sus diversas manifestaciones en nuestras vidas. Sin embargo, debiésemos tener presente esto con mayor frecuencia que una vez al año. Se trata de que con cierta regularidad nos preguntemos qué queremos de una relación de pareja, qué cosas son importantes para nosotras.
¿Qué ejercicio podemos hacer para descubrir lo que queremos de una pareja?
Llegada cierta edad, las relaciones de pareja pasan a ser algo más que pasar un buen rato con otra persona. Tienen que ver con compartir formas de ver la vida y valores frente a ella.
Se trata de que nos preguntemos qué cosas nos hacen felices en la vida, qué valores nos mueven, qué características espero encontrar en mi pareja, qué valores son fundamentales en mi forma de moverme en el mundo. Con esto no quiero decir que hagamos un listado interminable, si no, más bien que tomemos conciencia de qué cosas nos importan y que éstas sean compatibles con la elección de pareja.
Ser conscientes que una vez que optamos por compartir y acompañarnos con alguien, nos movamos desde estas preguntas y no desde el complemento, es decir, que nuestra elección de pareja sea en base a aquello que queremos y no a aquello que es carente en nosotras mismas.
Sobre todo para las mujeres que desean una pareja estable o definitiva, ¿es bueno pensar en cómo nos gustaría que fuera esa persona? 
Creo que siempre es bueno pensar sobre cuáles son nuestras expectativas frente a la vida, amigos, pareja. El plantearnos qué esperamos de los otros nos permite elegir de manera consciente. Siempre recuerdo la analogía del supermercado… cuando vamos de compras, no llevamos una lista de lo que no queremos comprar, si no, más bien lo que queremos. Así mismo, vamos priorizando aquello que es más importante y necesario, y aquello de lo que podemos prescindir.
Cuando elegimos a quien nos acompañará durante algún período de nuestra vida, días, meses, años, o para siempre, es importante tener claridad sobre cuáles son aquellas cosas que queremos y esperamos encontrar en el otro. No se trata de un listado interminable de características, ni tampoco de una idealización o de pedir un príncipe azul, sino, de conectarnos con eso que es importante para nosotras mismas y que no transaríamos ante nada. Se trata de contactarnos con aquellos valores que mueven nuestra existencia y que nos definen.
Se trata de no perder de vista que el amor y el estar en pareja es una elección.
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