Un gasto adicional al de otros meses del año debemos realizar en invierno para protegernos del frío y mantener nuestros hogares iluminados. Para cuidar nuestro consumo, sin morirnos de frío o vivir a oscuras, Daniel Maldonado, Prevencionista de Riesgos Nacional AIEP, entrega algunas recomendaciones que nos permitirán ahorrar energía.
• Revisa la temperatura de la calefacción. Hay que tener en cuenta que en invierno, una temperatura de entre 19ºC y 21ºC, es suficiente para la mayoría.
• Mantén abiertas las cortinas de tu casa durante el día para aprovechar la luz del sol y que ésta caliente tu hogar. Gastarás menos en calefacción y energía.
• Si vas a salir durante muchas horas o al dormir por la noche, es más económico apagar la calefacción y volver a encenderla al regresar o despertar, que mantenerla encendida.
• Haz un buen mantenimiento de los sistemas de calefacción de tu hogar una vez al año para garantizar un correcto funcionamiento.
• Prefiere un sistema de calefacción central que individuales e independientes, porque es mucho más eficiente.
• Revisa si existen escapes de aire, ya que si reduces las fugas puedes ahorrar 10 por ciento o más de la cuenta mensual de calefacción. Para hacer un chequeo enciende una vela en un día de mucho viento y colócala junto a ventanas, puertas, enchufes e interruptores y fíjate si la llama se mueve más de lo normal.
• Usa ropa abrigada aun dentro de casa para no esforzar más de lo necesario al sistema de calefacción.
• Si subes un grado la temperatura del refrigerador, puedes generar un ahorro de hasta 5% en energía eléctrica.
• Cuidado con los extractores de aire de la cocina o el baño, ya que en una hora éstos pueden sacar el aire frío o caliente de toda una casa. Apágalos una vez usados.
• Apaga luces y aparatos eléctricos como televisores, reproductores de DVD o computadores que no estés usando.
• Si es posible, no enciendas lámparas durante el día. Aprovecha al máximo la luz natural.
• Pinta de colores claros los lugares de trabajo más usados dentro de tu casa como la cocina, el baño, sala de estudio o escritorio, pues tienen más iluminación.
• Prefiere ampolletas eficientes, ya que duran 10 veces más y consumen cinco veces menos energía que las normales.
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