Suena tu despertador temprano en la mañana y apenas te levantas, te quitas la placa de bruxismo con la que duermes todas las noches. En ese momento, notas que tus dientes lucen más amarillentos que de costumbre.
Si esta situación le parece conocida, que no le extrañe, pues responde a una condición natural que sufren las mujeres pasados los 30 años. Además de estas pequeñas molestias, otra de las cosas que nos hace sentir incómodas si se trata de dentadura son los dientes separados…¿O no? La buena noticia, es que a pesar que miles de féminas no se atreven a iniciar un tratamiento de ortodoncia, los beneficios de retrasarlo son múltiples. Para conocerlos, conversamos con Felipe Capponi, odontólogo de Universidad San Sebastián, quien nos contó las claves para enfrentarlo de forma definitiva y los pesares más característicos de los 30.
Para saber cómo está la dentadura, lo primero es preguntarse sobre las medidas de prevención y constancia que se ha tenido en la preocupación dental por los últimos 20 años… ¿Algo difícil? Simplificamos su trabajo y preguntamos al especialista, quien afirmó que, según la edad, las consultas más comunes se deben a necesidad de blanqueamiento, seguido por las encías hinchadas. “La gran mayoría asiste por preocupaciones asociadas a la estética” señala Capponi.
: Atención embarazadas: Los niveles hormonales en esta condición se encuentran totalmente alterados, los mecanismos de inflamación también se modifican y existe mayor inflamación frente a la misma placa bacteriana. Además, como tienden a comer más hidratos de carbono la dieta tiende a empeorar en términos de periodicidad.
Para ellas existe diversa oferta en el mercado, pero en el caso de quienes quieren arreglar sus dientes definitivamente y los brackets no son una opción, existen nuevos tratamientos para disimular el proceso. Se trata de un sistema de de cubetillas que se usan durante la noche o la mayor cantidad de horas al día que pueda, en que el movimiento del diente se produce por parte y a través de diferentes cubetas “Lo que se hace es una secuencia seriada, es decir, se programa el tratamiento. Ninguna cubetilla es igual a la siguiente, una empuja un diente, una empuja otro y así”, explica el odontólogo.
BENEFICIOS DE UN TRATAMIENTO POSTERGADO. La ortodoncia en adultos está más que comprobada, de hecho es una opción sumamente válida. “Si lo inicias en la etapa adulta, te puedes asegurar de tener una dentición sana en tus 40, 50 o 60 o más allá incluso. La realidad que estamos viendo hoy en día de las personas que hoy tienen 70 u 80, es que no tomaron las medidas del caso cuando las deberían haber tomado”, asegura Felipe Capponi.
El concepto de asistir al ortodoncista por lo general está relacionado a que un experto, deje una sonrisa pareja u ordenada, pero la verdad es que el ortodoncista hace mucho más que eso. “Lo que hace es dejarte una relación entre mandíbula y maxilar, dientes de arriba y de abajo, lo más ideal y obviamente que se vea bonito. El objetivo principal del ortodoncista es mejorar el problema de mordida”, agrega el especialista.
¡Cuídate a diario!
En caso de someterse a un tratamiento de ortodoncia definitiva, existen algunas medias para mantener el orden de los dientes de por vida:
En los tratamientos de ortodoncia, el aparato acumula mucho más placa, por lo tanto la higiene tiene que ser mucho más acuciosa. Hay que estar constantemente limpiándolos, de manera de hacer una mantención para evitar que la placa bacteriana cause daño en los dientes, o en los tejidos de soporte de los dientes, que es una de las cosas más importantes en un paciente adulto. Tiende a sufrir menos por caries, pero más por las encías.
El mismo tiempo que se utilizó para mover el diente, debe ser el tiempo razonable para dejar de usar una contención (Placas nocturnas o barritas tras los dientes). Todo eso debe ser usado en el tiempo de manera que los dientes no se vuelvan a mover, que tiendan a su posición original.
El gran fracaso de los tratamientos de ortodoncia tiene que ver con que el paciente, cuando termina tu proceso, como está aburrido de haber tenido por tanto tiempo metales fijos en la boca, no usa la contención.
El control anual y algunos hábitos diarios como comerse las uñas, masticar los lápices, echarse objetos a la boca. Hay cosas que uno hace, consciente o inconscientemente que pueden provocar que un diente o un grupo de dientes se muevan.
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