La fibromialgia es un padecimiento que daña nuestra calidad de vida, provocando dolores musculares y fatiga. Si bien, no se conoce con exactitud cuáles son sus causas, existen ciertas explicaciones que indican que tiene relación con una serie de factores como el estrés, situaciones traumáticas, trastornos de sueño o infecciones.
Por ello, el neurólogo de la Clínica Bicentenario, Alex Espinoza, nos explicó sobre esta extraña patología y cómo combatirla.
La fibromialgia es catalogada como una enfermedad cuyo síntoma es cardinal y conlleva un dolor generalizado de más de tres meses de evolución.
Según el especialista, “se asocia a una sensación de fatiga de aparición matutina, además existen importantes alteraciones del sueño, con insomnio o fragmentación del sueño, síntomas gastrointestinales como dispepsia, colopatía funcional, náuseas, o diarrea”.
Este problema también se asocia a síntomas psiquiátricos como la depresión, ansiedad o fobias, además de fallas en la memoria reciente, falta de concentración y la sensación de embotamiento mental.
Si bien, esta enfermedad aborda cientos de factores, el experto aseguró que “no se conoce con exactitud la etiopatogenia (origen o causa) de esta enfermedad, por lo tanto no existe una explicación completa de este fenómeno, pero es claro que tiene una mayor prevalencia en las mujeres que en lo hombres”.
A raíz de esta infinidad de factores involucrados, el paciente tiende a confundirse y se hacen exámenes cuyos resultados no se encuentran alterados y por ende, no se les hace un diagnóstico correcto.
Sin embargo, el especialista asegura que “esta enfermedad no tiene un examen específico que apoye su diagnóstico, sino que es eminentemente clínico y se debe descartar otras causas de sus dolencias”.
El trato médico-paciente
Al igual que en otras patologías de la medicina, la relación médico-paciente es fundamental. El paciente debe tener su diagnóstico claro, debe entenderlo y ajustarse a expectativas realistas de recuperación.
El neurólogo, agrega que también debe haber un “manejo multidisciplinario, con estudio reumatológico y general completo, evaluación por neurología, gastroenterología y psiquiatría si es necesario”.
También se debe educar a la familia y al entorno del paciente y llevar una alimentación sana y equilibrada. Además, agrega que “el paciente debe realizar actividad física e hidratarse constantemente”.
Por último, es importante regular y mejorar el sueño que sea al menos entre seis a ocho horas, cumpliendo los horarios definidos por el médico.
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