Una fundación argentina denuncia a la marca por trabajar con talleres clandestinos, los que no cumplen con los estándares mínimos de trabajo y en los que el salario es precario. Con este caso se pone nuevamente al descubierto la explotación laboral de grandes conglomerados.
La fudación argentina Alameda realizó una investigación que deja al descubierto un taller que funciona en pésimas condiciones de higiene y seguridad. Además viven en el lugar niños pequeños entre las máquinas y con una instalación eléctrica precaria. Los costureros tienen ahí mismo camas y trabajan furante prolongadas jornadas que van desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la noche, pero que suelen extenderse varias horas más.
Les pagan cuatro pesos argentinos por prenda terminada, lo que está debajo del convenio colectivo que la empresa tiene vigente. Además estos trabajadores no tienen contrato y algunos inmigrantes no tendrían permiso de residencia por lo que están violando la ley de migraciones.
Lucas Schaerer, miembro de esta ONG, declaró que en su país existen alrededor de tres mil talleres esclavos, donde trabajan 30 mil obreros en pésimas condiciones, con jornadas de 16 horas, duermen hacinados en habitaciones sin ventilación y que en otros países incluso tienen una sola oportunidad de ir al baño.
Los abogados de la empresa aseguran que ignoraban que la ropa se confeccionaba en talleres clandestinos, pero la evidencia demuestra que por la falta de regulación instalan talleres en países como México, Argentina, India, Camboya y Vietnam.
Amancio Ortega, es el dueño de Grupo Inditex, al que pertenece Zara. Su fortuna es de 73 mil millones de dólares, por lo que la revista Forbes lo ubicó como el tercer hombre más rico del mundo. La marca de moda ya tiene denuncias en 12 países por la explotación de personas que trabajan para su producción.
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