Durante este verano, los rayos solares hicieron de las suyas dejando huellas en nuestra piel y las nuevas manchas son el reflejo de nuestras vacaciones. Cuando ya no hicimos nada para prevenirlas, podemos recurrir a la microdermoabrasión, una solución que nos permitirá eliminar manchas o, por lo menos, atenuarlas.
Primero que todo, debemos tener presente que la aparición de cualquier mancha que crezca, duela o tenga sus bordes irregulares requiere atención médica al igual que los lunares, es importante observar nuestra piel, pues puede derivar a una enfermedad o patología.
El tratamiento de microdermoabrasión es una terapia de exfoliación profunda lograda a través de diamantes. Este tratamiento remueve células muertas de la capa superior de la piel, elimina impurezas, atenúa arrugas, manchas e irregularidades del rostro. A través de este tratamiento se devuelve su color natural al rostro, eliminando la tonalidad mate y revitalizando la piel.
Además, este tratamiento logra la suavidad al tacto, luminosidad e hidratación de la piel.
Las sesiones duran alrededor de 1 hora, y según el tipo de piel se deben realizar distinta cantidad de sesiones.
La única contraindicación es no tomar sol el día en que se realiza la microdermoabrasión; y no pueden realizar el tratamiento las personas que tienen rosácea y exceso de acné.
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