Las medidas más urgentes que recomienda el informe son ambientes 100% libres de humo en espacios públicos cerrados, apoyo para dejar de fumar, legislación contra la publicidad encubierta y fiscalización efectiva.
El documento detalla los artículos sin cumplir, las metas sanitarias sin alcanzar y la influencia de la industria tabacalera. Sus cifras develan niveles de tabaquismo que “nos dejan igual que el cigarro, sin aliento”, dijo María Teresa Valenzuela Schmidt, autora del informe.
Entre estas cifras destacan que la brecha entre hombres y mujeres que fuman se ha reducido; que el alto nivel de consumo se da en en los adultos jóvenes (19 a 34 años); que Chile ostenta el récord de tener a los escolares más fumadores de América Latina; y la creciente inequidad de consumo entre el nivel socioeconómico bajo y alto.
La presentación de este documento, elaborado por Organizaciones No Gubernamentales, coincide con la clausura de la “cumbre” mundial del Convenio Marco que se realizó esta semana en Uruguay con la participación de autoridades chilenas.
Chile todavía no ha entregado su reporte oficial correspondiente a los cinco años de implementación del tratado. En su último reporte, del año 2008, el ministerio de Salud cita la “fortaleza económica y política de la industria del tabaco” como el obstáculo principal para la implementación del Convenio Marco en el país.
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