¿Cómo alimentar a los niños en vacaciones?

Por Pía Fouilloux

Cuando llega el verano y se aproximan las vacaciones, muchas veces no pensamos en qué pasará con la alimentación pues el relajo implica no tener que cocinar todos los días ni preocuparse de alimentarse sanamente. Es más cómodo y fácil comprar comida “chatarra” y así salimos del paso. Otro punto que muchas veces no tomamos en cuenta es la alimentación de nuestros hijos que, durante el año, siguen un determinado hábito alimenticio ya sea en el colegio o en la casa. Para resolver algunas dudas, hablamos con Catalina de la Fuente, Nutricionista de la Universidad Mayor, quien respondió nuestras inquietudes y entregó varios consejos para alimentar a nuestros niños.

La especialista señala que un niño debe comer por lo menos, cuatro veces en el día y una colación a media mañana, siendo el desayuno la comida más importante pues “aporta la energía necesaria para poder desarrollar actividades durante todo el día y también le entrega el combustible necesario al cerebro para poder funcionar de manera adecuada”. De hecho, la primera comida del día debe estar compuesta por: algún tipo de lácteo (leche, yogurt, queso o quesillo), cereales (pan, galletas, avena) y frutas (en jugo naturales o en trozos). Para acompañar el pan, lo ideal es comer lo más sano posible y escoger productos descremados, verduras o dietéticos tales como mermeladas diet.

De la Fuente explica que los productos lácteos son indispensables en la alimentación de menores pues “es muy importante el aporte de calcio para el desarrollo correcto de sus huesos”. Agrega que los cereales “son importantes aportadores de hidratos de carbono los cuales le entregan una carga energética importante al niño” y, las frutas “les aportan fibra importante para el tránsito intestinal y además una gran cantidad de vitaminas, minerales y agua, lo cual cumple diversas funciones dentro del organismo”.

Aunque no lo consideremos, variables como edad, sexo, actividad física y el padecimiento de alguna enfermedad en particular influyen en cómo debemos alimentar a nuestros hijos y en la cantidad de alimento que deben consumir. “Por ejemplo, los niños siempre deben consumir mayor cantidad de cereales y carnes que una niña” explica la nutricionista quien agrega que la edad también es un factor importante pues “en edades distintas, los procesos fisiológicos de desarrollo son diferentes”. Como consejo, dice que en un niño de 3 años es fundamental el aporte que recibe de lácteos y carnes y un niño mayor, además de necesitar aporte en calcio, necesita más carbohidratos y mayor hidratación si es que es un niño activo.

Educar a los niños

Catalina de la Fuente es enfática en señalar que lo más importante va más allá de romper o no los hábitos alimenticios sino que “realizarlos de una manera novedosa, distinta, llamativa para los niños, incorporarlos en las actividades de cocina con los padres, que aporten sus ideas de cómo quieren comer comida sana y que ayuden en el desarrollo de éstas”. En la misma línea, no ve como un problema comer snacks durante las vacaciones y así flexibilizar la rutina. Sin embargo, aconseja darles, por ejemplo, frutas frescas, frutos secos, jugos naturales en vez de papas fritas y suflés.

La nutricionista insiste en que “la educación es muy importante y como padres y responsables de los niños, debemos estar atentos a que su alimentación sea los más sana y equilibrada posible en periodo de vacaciones como en cualquier otro momento”. Por esto es que aconseja comer cuatro veces en el día: desayuno, colación a media mañana, almuerzo, once y comida. Advierte que la última alimentación de un niño “debe ser en un horario no cercano a la hora de dormir y siempre tratar de mantener un horario de cena 19-20hrs”.

Los alimentos que no deberían faltar en la dieta de un niño


Lácteos: contribuyen al correcto desarrollo de su sistema óseo.
Futas y verduras: por un aporte importante de minerales y vitaminas.
Carnes: aportan hierro que previene la anemia y además aporta una importante cantidad de proteínas las cuales son fundamentales en prácticamente toda función del cuerpo.
Cereales: tienen el combustible y el aporte energético necesario para poder realizar las funciones diarias, tener un correcto desempeño físico e intelectual ya que el cerebro se nutre principalmente de glucosa la cual es aportada por este tipo de alimentos en gran parte.
Agua: la hidratación de un niño es fundamental. Permite mantener la temperatura del cuerpo, contribuye a la eliminación de toxinas, ayuda a hidratar la piel y tejidos.

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