Mucho más que un buen aperitivo

Son frutos comunes en la estación otoñal y al pensar en ellos, seguramente se viene a la cabeza un rico aperitivo. Pero la realidad es que son mucho más que eso. Los frutos secos son alimentos que contienen aceites muy saludables para el organismo y aportan proteínas, vitaminas y minerales.

A pesar de ser alimentos que se caracterizan por su alto contenido calórico,los frutos secos aportan con vitaminas y minerales distintos de aceurdo a su variedad. Para conocer sus diferencias, la nutricionista Sofía Sutherland, explica los beneficios de algunos de ellos:

Maní: Posee un mayor aporte de ácido fólico, vitamina cuyo consumo evita cierto tipo de anemia y también durante el embarazo permite el desarrollo neuronal del feto.

Almendras: Ricas en calcio y vitamina E, que corresponde a un antioxidante que ayuda a prevenir enfermedades degenerativas como el cáncer y el alzheimer.

Nueces: Constituyen una buena fuente de omega 3, que ayudan a favorecer la desinflamación, lo que es beneficioso para las personas que tienen problemas arteriales, ya que al desinflamar, se evitan los riesgos cardiacos que significan tener placas de ateroma.*

Además, los frutos secos permiten que se mantenga una circulación saludable porque contienen ácidos grasos que no son saturados, por lo cuál no forman placas y ateromas que tapan la circulación, a diferencia de los saturados que están en grasas animales como mantequilla o mayonesa, los cuáles sí provocan los ateromas que tapan las arterias y producen infartos.

No son recomedados como “picoteo” porque se pierde la noción de la cantidad que uno come y se consumen más calorías de las necesarias.

Frutos secos en la balanza

VENTAJA. Aportan una gran cantidad energía en poco volumen de alimento, por lo que son una buena alternativa para agregar calorías a la dieta de personas que no pueden consumir grandes cantidades de comida.

DESVENTAJA. Estos alimentos aportan sus calorías en base a grasas y azúcares, por lo que son bastante engordadores.  Por otro lado, pueden producir aftas o aumentar el nivel de acné en personas que son más propensas.

Al incorporarlos a la dieta, es recomendable ingerir entre 25 y 30 gramos al día, por ejemplo una porción que incluya 25 almendras o 30 maní o 5 nueces, agregándolos al yogurt durante el desayuno o la colación de media mañana y en otras comidas a platos como ensaladas o arroz.

* Las calorías corresponden a aporte alimenticio de 100 gramos.

Placas de ateroma

Acumulación progresiva de altas concentraciones de colesterol total y malo en la sangre.